Llega una época del año en la que miles y miles de estudiantes están preparando su salto para realizar sus estudios universitarios. Y con ello los gastos para sufragar las matrículas. Su cuantía no es fija y dependerá de la elección de la universidad en donde vayan a realizar sus estudios, si es pública o privada, y en dónde precisamente son estas últimas las que tiene un mayor coste económico, doblando y hasta triplicando los desembolsos exigidos por este trámite académico. Las diferencias serán también muy notables en función de los estudios cursados, en donde las matrículas de las carreras técnicas son más expansivas que en los estudios de humanidades.
Otro factor determinante para cuantificar este gasto será la comunidad autónoma en donde se desarrollan los estudios. Puede haber diferencias entre las universidades públicas de hasta 1.500 euros en el momento de formalizar la matrícula. Y en donde incluso los alumnos de primer año tendrán que añadir otros trámites administrativos, como la apertura de expediente, que necesariamente incrementarán sus gastos universitarios.
Crecen los créditos
De cualquier forma, es un gasto que deberán asumir obligatoriamente los jóvenes a la vuelta de sus vacaciones. En unos casos, podrá ser sufragado por sus padres, incluso a través de sus ahorros. Pero en otros no habrá más remedio que demandar un crédito que tenga como finalidad sufragar este gasto académico. Para beneficio de ellos, se trata de una de las líneas de crédito más expansivas de la actual oferta bancaria. Disponen de infinidad de propuestas, que incluso abarcan otras necesidades de carácter académica: traslados, viajes, libros, etc. Y en algunos casos, con condiciones muy ventajosas para sus demandantes.
En la actualidad encontrar un crédito de estas características no es ningún problema. Solamente que lo puedan pagar en sus plazos, y que estén confeccionados en función del perfil que presenten como clientes. Podrán elegir entre una extensa y completa oferta de créditos que les ofrecen los bancos en esta época del año, en la que deberán formalizar su matrícula para estudiar en la universidad.
Se comercializan bajo unas mejores condiciones de contratación con respecto a otros modelos de financiación: créditos personales, para el consumo, o incluso las compra de un bien material. Ni mucho menos son créditos blandos, pero al menos puede firmarse la operación con un tipo de interés por debajo de la barrera del 8%. Y en donde es muy frecuente la aparición de un pequeño periodo de carencia, desarrollado para que sus demandantes puedan hacer frente a estos gastos con mayor desahogo económico al principio.
Unos 10.000 euros
Cuenta con una financiación, que en el mejor de los casos puede acercarse a 10.000 euros. Aunque su mayor problema se deriva de la rápida devolución de los adelantos, entre 6 y 12 meses. No obstante, en ciertos modelos de financiación puede elevarse hasta los 10 años. Otro aspecto que deberán analizar sus demandantes son las posibles comisiones que conlleven estos productos bancarios. De apertura y compensación de reembolso anticipado, principalmente, y que puede suponer un encarecimiento de la operación en tono al 2%.
Kutxabank para facilitarles esta tarea ha impulsado el Préstamo Matrícula, que financia los costes de la matrícula, tasas, estancia, transporte, material, etc. en los centros educativos con los que esta entidad financiera ha realizado convenios. El importe máximo alcanza 9.000 euros, y cuenta con un plazo máximo de amortización de un solo año. El Préstamo Estudios es la propuesta que viene desarrollando Caja España-Duero para satisfacer las necesidades de los jóvenes universitarios. En este caso bajo el total del importe de la matrícula, aunque rebajando el periodo de devolución hasta 9 meses. Se similares características es el Préstamo Matrícula de Unicaja, aunque en esta ocasión amplía el periodo de amortización hasta 12 meses.
Banco Sabadell se inclina por ofrecerles el Crédito Estudios, que se caracteriza porque está abierto a otros gastos relacionados con su actividad académica (material de estudio, alquiler de la vivienda, viajes, etc.). Los beneficiarios de esta línea de crédito tienen hasta 10 años para devolver los importes demanadados, con la posibilidad de incluir un período de carencia para facilitar los pagos. Abonando, de esta forma, solamente los intereses al inicio de la operación. Este producto bancario se comercializa bajo un tipo de interés que es fijo, para que no haya variación en el momento de devolverlo, en función de las fluctuaciones del mercado. En concreto es del 7,28% anual, aunque conlleva una serie de comisiones: apertura (2%) y compensación de reembolso anticipado (0,50%).
Flexibilidad
Quedan otras soluciones para que los estudiantes puedan ir a la universidad este año. Y una de ellas procede de La Caixa, que dentro de su oferta de financiación presenta el Préstamo Exprés Matrícula, para financiar los gastos derivados de su llegada a la universidad. Es más flexible, ya que está destinado para fraccionar la matrícula durante el curso u otros gastos en la vuelta a los estudios: libros, ordenadores, material docente, libros, etc. El importe mínimo a financiar es 500 euros.
Las necesidades académicas tienen en el Préstamo Matrícula Blue de BBVA otra alternativa para captar los recursos necesarios para estudiar en la universidad. Por un importe de hasta 6.000 euros, y cuenta con un periodo de devolución de 9 meses como plazo máximo, a través de un sistema de cuotas constantes. El periodo de carencia es otra de las novedades que presenta esta propuesta bancaria, con el total de capital e intereses por un periodo máximo de seis meses.