Electrodomésticos Miró va a la quiebra. La compañía, hoy controlada por el fondo Springwater Capital, ha suspendido pagos. La empresa va a liquidación, a la espera de que un comprador adquiera la parte rentable del negocio para darle continuidad. Miró facturó 95 millones el año pasado.
Springwater se adjudicó la parcela productiva de Miró en subasta judicial en 2014. Este movimiento salvó 67 tiendas y 476 empleos. La compañía arrastraba ya una suspensión de pagos de 2011 y entró en liquidación tres años después, hasta que apareció este fondo con tres millones de euros y salvó la situación.
Medidas desesperadas
La última medida desesperada para revertir la situación fue el cierre de 15 comercios y el despido de 119 trabajadores. Fue hace tres meses. Insuficiente, sin embargo, ante la falta de financiación bancaria, la exigencia de los proveedores del cobro al contado y la escasa capitalización de la compañía.
El plan de Springwater con Miró era ambicioso. Incluía la inversión de 23 millones de euros hasta 2018, la apertura de más puntos de venta, hasta los 100, y la creación de 300 empleos. Los continuados números rojos frenaron el proyecto. Tampoco ha habido tiempo de impulsar el negocio on line.