El Brexit, la inestabilidad en Turquía, la incertidumbre política en nuestro país o la bajada del precio del petróleo han hecho de los mercados un terreno muy volátil en lo que va de año, algo que a los inversores puede intimidar a la hora de buscar dónde invertir.
Debemos tener en cuenta que los que trabajan en España son, por lo general, muy conservadores y cortoplacistas. Uno de cada tres solo mantendrá sus inversiones un máximo de 12 meses, el 48 % entre uno y tres años y solo el 19 % lo hará con unas perspectivas superiores a los tres años, de acuerdo con los datos del Schroders Global Investor Study 2016.
Plataformas de ‘crowdeling’
Con este panorama, y teniendo en cuenta que los depósitos ahora ofrecen rentabilidades cercanas al 0%, las plataformas de crowdlending se han posicionado como la alternativa de inversión para huir de las turbulencias de la bolsa. Son un método para conseguir beneficios superiores a los que ofrecen otros productos de inversión y se mueven en la economía real.
Utilizan las nuevas tecnologías para poner en contacto a personas o empresas que buscan financiación con inversores dispuestos a prestársela a cambio de una rentabilidad. Cuando un particular o una entidad solicita financiación, la plataforma realiza un análisis crediticio a partir del cual le asigna un nivel de riesgo.
Calificación del riesgo
Esta categoría les indicará a los inversores el riesgo de impago según los parámetros analizados. Mientras más alto sea el nivel de riesgo, más intereses pagarán los prestatarios y más rentabilidad obtendrán los inversores, según nos explica el comparador financiero HelpMyCash.com.
Si bien invertir en préstamos P2P, o crowdlending, no es tan seguro como hacerlo en un depósito --el capital no está asegurado por ningún Fondo de Garantía-- sí que su descorrelación con los mercados tradicionales los convierten en la opción intermedia entre rentabilidad y riesgo.
Supervisión asegurada
Están supervisados tanto por la CNMV como por el Banco de España. Además, la “Ley de Financiación Empresarial” quiso limitar los riesgos de los particulares y restringió el capital máximo que podemos invertir a 10.000 euros anuales, aunque es posible invertir más capital si nos convertimos en inversores acreditados.
A la hora de comenzar a invertir en estas plataformas debemos tener en cuenta su músculo financiero. Es decir, cuánto dinero han concedido hasta el momento, lo que nos permitirá saber cuántos inversores han confiado en ellos.
Diversificación de cartera
Mientras más músculo financiero tenga, más rápido será diversificar la cartera de manera óptima. Un ejemplo de una plataforma óptima con un gran músculo financiero sería LoanBook, una entidad que nos permite invertir en préstamos y pagarés a empresas españolas. Ha concedido más de 12 millones y medio de euros y firma alrededor de 25 nuevos préstamos al mes, lo que permite conseguir la diversificación óptima en un plazo de seis semanas de media.
Otros factores importantes a tener en cuenta antes de invertir en uno de estos grupos son la pérdida media esperada por impagos de los préstamos según el nivel de riesgo y las comisiones que nos cobrarán por utilizar estas plataformas.