El grupo Volkswagen ganó 3.451 millones de euros hasta junio, el 37,7% menos si se compara con el mismo periodo del año anterior. Los resultados semestrales muestran un ligero descenso de las ventas del 0,8%, hasta los 107.935 millones y, especialmente, las provisiones de 2.200 millones para hacer frente a las posibles multas que derivarán del caso diéselgate.
También ha afectado de forma negativa el cambio de divisas, ya que las entregas totales de vehículos avanzaron hasta los 5,1 millones de unidades. Los mercados que han registrado mayores avances han sido el centro y el oeste de Europa y la región Asia-Pacífico.
Optimismo del presidente
Al final, sin tener en cuenta los extraordinarios, el beneficio operativo del grupo avanzó el 7,5% hasta los 7.517 millones tal y como destacó su presidente, Matthias Müller, en una encuentro con los medios en Wolfsburg (Alemania). “Podemos estar satisfechos con los resultados”, aseguró el ejecutivo ya que, a pesar del momento extraordinario que vive Volkswagen al reconocer que alteró las emisiones de algunos vehículos diésel, las “cifras muestran que el negocio operativo es sólido”.
Dentro de la división de automoción, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 10.974 millones, el 7,5% menos. Recoge, según la compañía, el impacto negativo asociado al reajuste de los resultados financieros y a una menor contribución de las sociedades conjuntas en China.
El flujo neto de caja se situó en 4.100 millones a finales de junio. En cuanto a al ratio entre inversión e ingresos, se mantuvo en niveles similares a los del mismo periodo del año anterior.