El Tribunal Supremo ha ratificado este miércoles el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se ejecutó en Panrico en 2013. La decisión implicará un cambio de accionistas histórico en la compañía, que pasará del fondo Oaktree a manos de su gran rival en el sector, Bimbo. Será la cuarta ocasión en el que cambie la propiedad del grupo en los últimos siete años.
La operación estaba sujeta a la resolución del conflicto judicial que se arrastra desde hace años. La Sala de lo Social del Alto Tribunal ha desestimado los recursos presentados por los sindicatos y estima parcialmente la sentencia de mayo de 2014 de la Audiencia Nacional. Acepta de este modo, y con una apreciación, la extinción de un máximo de 745 contratos en cuatro años: 312 despidos en 2013; 277 el año siguiente y 79 y 77 en los ejercicios 2015 y 2016, respectivamente.
Indemnización aplazada
Estos 156 que se concentraban entre el año pasado y el actual son los que no están suficientemente justificados, según el Supremo, por lo que no se podrán aplicar. La resolución también indica que el aplazamiento de la indemnización pactada se ajusta a derecho.
La Sala ha tomado la decisión por mayoría, ya que se incluye un voto particular respecto a esta última parte. Con todo, la decisión es en firme.
El fallo judicial es un jarro de agua fría para los sindicatos, muy movilizados especialmente en la planta catalana de Panrico, situada en la localidad de Santa Perpètua de Mogoda. CCOO dirigió allí la huelga más larga en los últimos 40 años, de ocho meses, cuyas consecuencias se prolongaron a lo largo de cinco meses más para poner a punto la factoría tras un proceso de limpieza, saneamiento, reparación y reacondicionamiento del centro.
Compra por 190 millones
Bimbo ejecutará ahora la opción de compra del negocio, que implica poner 190 millones de euros sobre la mesa, una cantidad que se queda lejos de los 900 millones que pagó Apax Partners en 2005 a la familia que empezó a fabricar Donuts en 1963, los Costafreda, La Caixa y Banco Sabadell para quedarse con Panrico.
En enero en 2010, y tras reestructurar 605 millones de pasivo financiero, el fondo británico se retiró del negocio y entraron en el accionariado las entidades deudoras.
Entrada de Oaktree
Oaktree se hizo con el control de Panrico en noviembre de 2011 después de que la banca acreedora aceptara una quita del 80% del pasivo que arrastraba, que se quedó en 60 millones. Los americanos se comprometieron a inyectar 105 millones para asegurar la viabilidad del grupo y encendieron las alarmas de los sindicatos, que los tildaron de oportunistas.
Se desató el conflicto laboral en el seno de la compañía, que llegó a entrar en preconcurso de acreedores, y finalmente se aplicó el expediente de regulación de empleo que acabó en los tribuales.
Venta a Adam Foods
Los headquarters de Bimbo, ubicados en México de donde es originaria la familia Servitje, dejaron claro que no podrían asumir los costes laborales que hubieran derivado de la anulación del ERE.
Se quedarán las marcas Donuts, Donettes o Bollycao, entre otras, pero el negocio de pan de molde se venderá a un tercero para no incurrir en una situación de monopolio en el mercado español.
Dos factorías
Tal y como ordenó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los activos pasarán a manos de una de las dos sociedades que se escindieron de Nutrexpa: Adam Foods, fabricante de marcas como Cuétara, Artiach, La Piara, Granja San Francisco o Phoskitos; propiedad de la familia Ventura.
También se quedarán con el control de dos de las factorías de Panrico, las de Gulpilhares (Portugal) y Teror (Canarias).