Abengoa concluyó este martes la venta a Ericsson de su filial dedicada a instalar redes de telecomunicación, Abentel. El acuerdo se completará a lo largo del tercer trimestre por una cifra que ninguna de las dos compañías quiere confirmar.
Dará oxígeno económico a Abengoa, inmersa en un proceso de desinversión marcado por la banca acreedora para conseguir la refinanciación necesaria para evitar la quiebra. La venta de Abentel es una medida más del plan de viabilidad, que también tendrá repercusión en el apartado laboral.
La venta se vehicula a través de un Acuerdo de Transferencia de Actividades (ATA) e implicará que unos 500 trabajadores de la firma andaluza especializados en el despliegue de redes de fibra y servicios se subroguen a la plantilla de Ericsson.
Plan de viabilidad
La multinacional sueca negocia desde hace semanas las condiciones para adquirir el negocio, la cartera de clientes y la plantilla de Abentel. Además de esta venta, la dirección de Abengoa busca el mejor postor para quedarse con su participación en la planta termosolar Shams-1, ubicada en Emiratos Árabes Unidos, y el parque eólico Campo Palomas en Uruguay.