Dos sospechosos de corrupción decidirán si se construye el polémico crematorio del Besós. En el marco del caso Marina Besós, la defensa de los querellantes pide la imputación del presidente del Consejo Comarcal del Barcelonès, Francesc Belver, y del alcalde de Sant Adrià, Joan Callau (PSC).
La causa indaga en supuestas irregularidades en la concesión de las piscinas públicas Marina Besós como discoteca. Por ello está investigado el exalcalde de la localidad, Jesús Canga, y el abogado de los demandantes, Marina Entertainment y Sant Adrià Beach 2012 SL, solicita ahora la imputación de Belver y Callau.
Turno del Consejo Comarcal
Tras vender los terrenos --propiedad en más del 90% del Consejo Comarcal-- por seis millones de euros, el proyecto del crematorio está ahora pendiente de obtener la licencia de obras. Para desencallarlo, falta que se reúnan y negocien las dos partes, el consejo y el ayuntamiento, según fuentes cercanas al gobierno municipal.
“Ahora, la pelota la tiene el consejo, pero ellos tampoco tienen especial interés en tirar el proyecto adelante; lo que querían era vender el terreno”, aseguran las mismas fuentes. Consideran que es la entidad quien tendría que liderar las negociaciones, al haber sido ellos quienes vendieron el terreno.
¿Apoyo municipal?
Pero los respaldos al crematorio en el ayuntamiento tampoco están claros. El silencio del PSC, que dio luz verde al proyecto desde la alcaldía, hace dudar de la voluntad real del partido. “Yo creo que si el alcalde pudiera, retrocedería”, manifiestan fuentes del consistorio. Estas mismas prevén que las posiciones ambiguas pueden convertirse en favorables al crematorio: “Tendremos que ver si cambian los apoyos y oposiciones a la hora de votar las decisiones en el pleno”.
De momento, son tres las formaciones municipales implicadas en la lucha para evitar que el proyecto salga adelante: ERC, En Comú Sant Adrià y la coalición de izquierdas MES. El pleno aprobó una moción que obligaba a crear una comisión de seguimiento. La semana pasada fue la primera reunión, en la que la plataforma Stop Crematori quedó muy insatisfecha.
“Íbamos para que nos dieran una respuesta a las alegaciones que presentamos hace un mes y para que nos expusieran el estado de las negociaciones”, explican fuentes vecinales, “pero empezaron a hablar de licencias medioambientales y de asuntos que llevan diciendo desde enero”.