El presidente y consejero delegado de Vueling, Javier Sánchez-Prieto, ha culpado a Álex Cruz, su antecesor en el cargo, del caos aéreo que vive la aerolínea. El directivo atribuye a "debilidades en la planificación de la operación" la cadena de retrasos, cancelaciones y overbooking que han lastrado a la operadora desde el pasado lunes. Por primera vez, además, el ejecutivo admite que el colapso tiene "origen interno".
En el e-mail, al que ha accedido El Confidencial, Sánchez-Prieto admite que "en mayo y, sobre todo, en junio nos hemos enfrentado a un conjunto de circunstancias ajenas a la compañía que han hecho mucho más difícil la operación. Pero no es menos cierto que muchos de los problemas han tenido, y tienen, un origen interno".
Tiempo para solucionar
El documento remitido por el CEO también subraya que "alguno de estos problemas no es fácil y tener una solución definitiva llevará algún tiempo", aunque la operativa especial que ha puesto en marcha Vueling deberían dar "algo más de oxígeno a medida que pasan los días".
Asimismo, el directivo revela que "hemos estado trabajando en definir un plan a medio/largo plazo para conseguir devolver a la compañía a un lugar de liderazgo tanto en términos de operación como en términos de llegada al mercado y desarrollo a futuro".
Modelo Cruz
La comunicación interna confirma el origen del caos aéreo de Vueling: la programación de la temporada de verano. Como avanzó Crónica Global, la aerolínea planificó las ventas de billetes por encima de sus capacidades, lo que ha llevado a tensionar los recursos operativos y humanos de la aerolínea.
La admisión de que los problemas de la aerolínea con sede en Barcelona se remontan al anterior equipo directivo --Sanchez-Prieto tomó posesión el 1 de abril-- llega un día antes de que la operadora se enfrente a un careo en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) y dé explicaciones al Govern sobre la cancelación de decenas de vuelos.