La Generalitat ha vuelto a modificar el macrocomplejo de ocio BCN World para garantizar la pax social entre los dos socios de Gobierno. Según ha podido saber Crónica Global, la nueva propuesta, que se presentará mañana en la Comisión de Urbanismo de Tarragona, contempla un techo máximo de 750.000 metros cuadrados de los Complejos Turísticos Integrados (CTI), es decir, un 25% menos que el anterior proyecto, fijado en un millón de metros cuadrados. La cifra es sensiblemente inferior al proyecto inicial de los CTI, esto es, el área dedicada a hoteles y casinos, que alcanzaba los dos millones de metros cuadrados.
El motivo de fricción entre CDC y ERC era precisamente esos CTI, dado que los republicanos rechazan un modelo de turismo basado en el juego. No obstante, también ERC está dividida, pues en el territorio los dirigentes del partido sí que apoyan un proyecto que generará empleo en una zona con un alto índice de paro y con una industria química donde aumenta el cierre de empresas. Los defensores de este complejo recuerdan que el 15% del PIB catalán se basa en el turismo.
Superado el escollo de la CUP
El PSC también ha dado apoyo a BCN World y, por ello, esta mañana ha preguntado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sobre los avances en este equipamiento, aunque el dirigente convergente ha sido muy parco en palabras. “Obviamente, ellos se pondrán las medallas, pero hemos querido subrayar nuestra implicación”, afirman fuentes socialistas.
Está previsto que el Gobierno catalán anuncie mañana el desbloqueo de un proyecto que se remonta a 2012 y que cuenta con el interés de tres inversores: Melco, Grupo Perelada y Hard Rock. Curiosamente, el hecho de que la CUP haya vetado los presupuestos de 2016 facilita su empuje, pues los antisistema habían puesto muchas trabas a BCN World. Una vez consumada la ruptura, la Generalitat ha optado por dar luz verde al mismo, tras la amenaza de los inversores de llevarse el proyecto a Chipre, tras como informó este diario.