Moody's ha rebajado la perspectiva de la deuda soberana del Reino Unido de "estable" a "negativa", en una primera revisión que ha hecho un día después del Brexit. De esta forma, anticipa la posible dirección que aplicará a medio término cuando revise la calidad crediticia de la deuda soberana del país.
La agencia de calificación, sin embargo, mantiene el grado de Aa1 para la deuda soberana británica, que es el segundo escalón, por debajo de Aaa, el de mejor solvencia crediticia. En ese sentido, recuerda que, a partir del referéndum del jueves, el Reino Unido tardará años en renegociar un nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Más incertidumbre y menos confianza
Moody's considera que, en ese período, aumentará la incertidumbre, disminuirá la confianza y la reducción del gasto y de la inversión darán como resultado un crecimiento económico más débil.
"A largo plazo, si el Reino Unido no es capaz de asegurar un acuerdo comercial alternativo con la UE y con otros países, las perspectivas de crecimiento del Reino Unido serían materialmente más débiles de lo esperado", añade.
Asimismo, considera que puede disminuir la efectividad de las políticas económicas y cree que la fortaleza fiscal del Gobierno de Londres "posiblemente será más baja".
También sostiene que el impacto negativo de un crecimiento económico menor será superior a los ahorros fiscales que tenga el Reino Unido por no contribuir al presupuesto de la UE.
El 'Brexit' no afecta a la perspectiva de la UE
En contraste, Moody's ha anunciado que mantiene en el grado Aaa la deuda de la UE, y ha confirmado que sigue en perspectiva estable, es decir, con escasa probabilidad de que vaya a haber cambios a medio plazo.
Moody's no espera que el voto en el Reino Unido altere la capacidad ni la disposición de los principales países comunitarios "para continuar honrando sus obligaciones para apoyar" a la Unión Europea.