Las inversiones inmobiliarias en el sector hotelero en Barcelona crecieron el 25% en 2015. La moratoria dictada por el ayuntamiento en junio del año pasado no ha frenado de momento el negocio. Hasta 347,5 millones de euros emplearon inversores nacionales y extranjeros en compras en el sector.
Los que lo hicieron en la primera mitad del año y consiguieron la licencia no se han visto afectados por la prohibición municipal de crear nuevas plazas de alojamiento turístico. En otros proyectos, los promotores han redirigido la idea de negocio, como uno que se convertirá en una residencia de estudiantes.
Proyectos paralizados
“Los nuevos inversores no tienen garantizado poder enfocar su proyecto como hoteles, cosa que puede tener repercusiones a largo plazo”, asegura Mónica Monge, responsable de desarrollo de negocio de Laborde Marcet. Desde la empresa de gestión de patrimonio calculan que un total de 38 proyectos han quedado paralizados por la moratoria.
Pero 51 se han salvado, lo que supone un total de 4.000 camas nuevas. “Barcelona continúa siendo destino favorito de grandes inversiones, las marcas internacionales quieren establecerse en la ciudad”, afirma Monge.
El posible hotel de la Torre Agbar todavía es una incógnita. El proyecto financiado por un fondo de inversión andorrano cuenta con el certificado de aprovechamiento urbanístico, que le permite continuar con los trámites para conseguir la licencia hotelera. Aun así, permanece parado.
Esta tendencia ha ido en aumento desde 1992, cuando las Olimpiadas situaron a la ciudad en el mapa internacional. Desde entonces, han abierto una media de 10 hoteles al año en Barcelona. Ni la crisis económica ni ahora la moratoria han frenado el crecimiento del sector.
El doble de inversiones inmobiliarias
No solo ha aumentado la compra de hoteles, sino que las inversiones inmobiliarias en general crecieron el 50% en el último año en Barcelona, según datos de Laborde Marcet. De esta forma, casi se han alcanzado los 2.000 millones. Las oficinas son los bienes más buscados, con 884,6 millones. La compra de suelo para operaciones de promoción residencial ha supuesto una inversión de 195,7 millones, lo que supone el 43% más que en 2014.
La mejora de la situación económica y las condiciones de financiación son dos de los factores que han contribuido a estos incrementos. Esos dos factores han tenido más peso que los elementos que pueden frenar las inversiones, como la incertidumbre política, la elevada presión fiscal y el encarecimiento de las tasas.