Konecta y Marktel, las empresas que se hacen cargo a partir de finales de julio del servicio de atención al cliente de Vodafone, su contact center, en sustitución de Indra BPO Servicios, filial de Indra, disponen de tamaño y potencial más que suficiente para asumir a los 600 trabajadores que hasta ahora desempeñaban ese trabajo y que van a perder su empleo tras la cancelación del contrato con Vodafone.
Especialmente potente es Konecta, controlada por Santander, PAI Partners y el empresario José María Pacheco, que en los últimos días ha cerrado importantes operaciones para hacerse con las dos mayores operadoras de contact center en Latinoamérica, Alluis Blobal y B-Connect, con las que casi duplica su tamaño y consolida un grupo que opera en once países, con una cifra de negocios superior a los 800 millones de euros y 50.000 trabajadores. Cuenta con clientes como Iberdrola, Santander o Jazztel.
Marktel, de menor tamaño, está controlada por el empresario José María Hornillo. Cuenta con un centro operativo en Valencia, donde se concentran la mayoría de los trabajadores de Indra que prestaban servicio para Vodafone, lo que puede facilitar un acuerdo para el traspaso de los mismos. Sus clientes principales son Bankia, Gas Natural, Sanitas, Mapfre y Aguas de Valencia.
Negociaciones en marcha
Las nuevas contratistas del servicio para Vodafone han iniciado conversaciones para determinar la forma de incorporar a los trabajadores de Indra BPO Servicios, y los sindicatos intentan formalizar una comisión negociadora con Marktel y Konecta en la que también esté implicada Vodafone.
En paralelo, mañana viernes se produce la primera reunión de la comisión negociadora formada por representantes legales de los trabajadores de Indra BPO Servicios y la compañía, de cara a iniciar un proceso de negociación de un plan de reestructuración de la compañía, que incluye el inicio de un procedimiento de despido colectivo, por causas productivas y organizativas.