Capstone Equities Management, el fondo norteamericano que junto con Goldman Sachs y Bank of America se hizo el año pasado con el control de la inmobiliaria Habitat, ha decidido trasladar la sede de la compañía de Barcelona a Madrid, desde donde se centralizarán a partir de ahora sus operaciones.
Joshua Zamir y Daniel Ghadamian, máximos directivos de Capstone, dan así un paso más para borrar el pasado de Habitat y darle un aire de negocio completamente nuevo, sin raíces en los años cincuenta del pasado siglo.
Adiós a Figueras
En noviembre de 2015 tomaron la decisión de separar de la dirección ejecutiva de Habitat al hijo del fundador. Bruno Figueras, hijo de Josep María Figueras, es accionista de referencia de la inmobiliaria creada por su familia. Con esa medida quedó relegado a un puesto en el consejo de administración sin intervención en la gestión directa.
Ahora se rompen ya todas las referencias catalanas de Habitat, se borra el rastro de los Figueras y Suñol y se hace visible un modelo de negocio completamente nuevo, sin raíces con su pasado.
Suspensión de pagos
En 2008 Habitat protagonizó una de las mayores suspensiones de pagos del sector inmobiliario, con un pasivo de 2.800 millones de euros. Ocurrió casi inmediatamente después de asumir el control de la división inmobiliaria de Ferrovial, en los primeros meses del estallido de la burbuja inmobiliaria. La crisis impidió la digestión de los 2.200 millones que costó la operación y que se financiaron con créditos.
Desde entonces, la compañía ha estado en permanente reestructuración, con un estricto plan de venta de activos para pagar deuda. En la primavera de 2015 el grupo de inversores encabezado por Capstone hizo un canje de deuda por acciones y se quedó con el 70% del capital.
La mayor parte de los proyectos de Habitat se centran en Madrid y alrededores, con promociones inmobiliarias en la capital, Las Rozas y Alcobendas.