Los propietarios de Diagonal Mar, un centro comercial con casi 100.000 metros cuadrados de superficie, son los británicos Northwood. Se trata de un fondo muy especulativo (conocido en el argot sector como un superbuitre) que adquirió el activo inmobiliario por 160 millones de euros a finales de 2013.
Diagonal Mar pertenecía antes de recaer sobre su actual propietario al llamado Nama, un organismo público irlandés (similar a la Sareb en España) que actuó como banco malo en la crisis económica e hizo de coche escoba de las deudas que bancos y otras instituciones no pudieron atender.
Sin apego a la inversión ni a la economía del país
Esa fue una de las razones por las que Northwood compró a tan buen precio un centro comercial que ya en su origen supuso una inversión de 240 millones de euros. Todos los cambios de mano que llevó a cabo granjearon plusvalías a sus actores hasta que la crisis hizo que fuera a la órbita del banco malo irlandés.
Northwood, sin embargo, no destaca por su apego a ninguna inversión o país en el que opera. Diagonal Mar ha sido su primera inversión en España y su permanencia no llegará, si logra la venta, a los tres años.
Desajuste con las pretensiones del vendedor
Fuentes del sector señalan que en los intentos de venta iniciales se sondeó el mercado con un precio base del activo alrededor de los 500 millones de euros, lo que supondría una revalorización a niveles previos a la crisis económica. El mercado, sin embargo, no está escuchando esas pretensiones. “Un precio máximo que podría llegarse a pagar por el activo oscila entre los 350 y los 400 millones de euros”, explica un intermediario conocedor de estas operaciones.
Los más de 100 millones de desajuste entre las pretensiones de Northwood y la realidad del mercado siguen obstaculizando que la operación avance, aunque empezara a filtrarse a los medios hace más de un mes a través de la consultora Richard Ellis, implicada en el proceso.
Diagonal Mar es un modelo de centro comercial por su continuado crecimiento y el nivel de rentabilidad obtenido como activo, lo que le ha situado como un modelo destacado de activo inmobiliario en el sur de Europa.