La cadena de supermercados Dia es uno de los valores del Ibex35 que los analistas consideran, en estos momentos, como especulativo. En los últimos tiempos se ha registrado un alto movimiento de títulos de esta empresa y está en el punto de mira de grandes fondos de inversión, que entran y salen según la coyuntura.
Actualmente, las acciones de Dia cotizan por encima de los 5 euros, un precio superior a los 3,5 euros con los que se estrenó en el Mercado Continuo español en 2011, pero arrastra una caída del 20% en el último año.
De los cinco analistas consultados por Crónica Global, tres recomiendan comprar títulos de Dia y otros dos se mantienen en una posición neutral.
La cifra de facturación, al alza
En todo caso, las cifras de facturación son positivas. El grupo de distribución tuvo unas ventas de 8.925 millones en 2015, lo que supone un 11,4% más que el año anterior, y los beneficios se situaron en 299 millones, un 9% menos que en 2014.
El primer trimestre de este año ha cerrado con una caída de ventas del 5%, a causa de los malos resultados cosechados fuera de España, donde el negocio se mantiene levemente al alza. Pero la compañía ha anunciado un importante crecimiento en España para los próximos años, y el mercado da credibilidad a esas expectativas.
El lastre del exterior
Dia es la segunda cadena de distribución en España, con un importante crecimiento tras comprar supermercados de Eroski y El Árbol.
El negocio funciona bien en España y es relativamente correcto en Portugal, aunque el grupo se ve lastrado por las operaciones realizadas en Argentina, Brasil y China, debido a la depreciación de las monedas locales respecto al euro.
Franquiciados arruinados
Por otra parte, la cadena de supermercados afronta otra situación complicada con cerca de 80 franquiciados que acusan a la empresa de fraude y de enriquecerse a costa de ellos. Este conflicto supone un grave problema para la compañía por la amplia repercusión que ha tenido en la prensa.
"Cuanto más vendo, más ganan ellos y más pierdo yo", o "hasta los chinos pierden dinero con Dia", son los mensajes lanzados por los franquiciados arruinados y que han calado en los medios.
La historia de los franquiciados ha dañado seriamente la reputación de Dia. Se trata de historias que afectan a personas corrientes que han invertido sus ahorros en un supermercado de la cadena y que lo han perdido todo. No son empresarios, inversores o emprendedores, sino personas que han intentado superar la crisis con un pequeño negocio y que muestran su decepción y amargura por sentirse engañados.
Además, la respuesta de la empresa ha sido muy pobre y escasamente convincente. Desde la dirección de Dia se limitan a señalar que los franquiciados que protestan no saben administrar su negocio, y apelan a que nunca han sido condenados por estafa.