Bayer está apostando fuerte por hacerse con el imperio de la agroquímica, Monsanto. Sin ir más lejos, la farmacéutica incrementó el pasado jueves su oferta inicial hasta los 75.000 millones de euros, a la espera de que la multinacional decida si acepta.
Pese a que aún no se ha alcanzado ningún acuerdo, el anuncio de la posible compra ha sido motivo suficiente para que grupos ecologistas hayan organizado una campaña en contra de este eventual pacto comercial y han logrado reunir más de 155.000 firmas en tan solo cinco días.
No renuncian a la compra
El intento de Bayer por protagonizar la mayor compra de la historia de Alemania se ha topado con los ecologistas de Campact, que han aprovechado el rechazo hacia el TTIP (el tratado de libre comercio entre EEUU y la UE) y los han relacionado con la posible unión de Bayer y la agroquímica. La campaña se organiza bajo el lema Evitar un consorcio monstruoso.
En este contexto, el departamento de comunicación de Bayer en España ha explicado a este medio que están “comprometidos con establecer un diálogo abierto con todos los actores críticos de la sociedad”, intentando frenar las críticas que estos colectivos ecologistas impulsan. Desde la farmacéutica, sin embargo, no tienen la intención de renunciar a la compra, pese a la campaña en contra: “Creemos que nuestro legado como ciudadano corporativamente responsable nos convierte en el mejor propietario posible de Monsanto”, han añadido a este respecto.
Mejorar la imagen
La mala imagen que ostenta Monsanto es una de las batallas que deberá librar la farmacéutica si finalmente adquiere a la multinacional agroquímica. Fuentes de la farmacéutica han asegurado que su “herencia” en cuanto a “transparencia y sostenibilidad” permitirá “transformar a Monsanto”.
“Todo lo que Monsanto aporta --una fuerte base científica, un gran equipo de profesionales excelentemente cualificados, su liderazgo en el ámbito de las semillas y traits--,… Y, por supuesto, queremos aprovecharlo para mejorar la imagen y la reputación de Bayer”, han concluido.
Colectivos ecologistas
Crónica Global también se ha puesto en contacto con el bioquímico experto en transgénicos, José Miguel Mulet, que ha considerado que la posición de los grupos ecologistas hacia Monsanto tiene que ver con la necesidad de crear un enemigo identificable: “Necesitaban fabricar un malo carismático para vender mejor su historia”, ha explicado. Mulet, no obstante, sostiene que la firma agroquímica no ha sido muy hábil en promover una imagen positiva: “Si tiene esa mala imagen es debido a que ha adoptado una estrategia de comunicación bastante mala”.
El rechazo a Monsanto ha ido más allá de las fronteras germanas. En diversas ciudades de todo el mundo se celebraron el pasado 21 de mayo manifestaciones unificadas bajo el nombre de Marcha contra Monsanto para tratar de boicotear el acuerdo con la farmacéutica. Argentina ha sido uno de los países donde se ha organizado una de las protestas. El vídeo pone en evidencia el conocimiento de estos grupos sobre lo que son los alimentos modificados genéticamente.
¿Miedo a los transgénicos?
Pese al ruido hecho por los grupos ecologistas, la mayoría de la población mantiene una actitud de indiferencia sobre el asunto. Los pocos informes actualizados que lo analizan muestran un claro desconocimiento de la mayoría de la población sobre temas de medio ambiente y una escasa preocupación por los alimentos modificados genéticamente.
El último eurobarómetro, fechado en 2008, sobre las actitudes de los europeos hacia el medio ambiente, sitúa la preocupación hacia los alimentos transgénicos en las últimas posiciones (con tan solo el 24% de los encuestados considerándola la primera preocupación). En concreto, ocupa el puesto 11 en una lista de las 15 principales preocupaciones sobre el medio ambiente.
Mulet es contundente al afirmar que “el presunto miedo a los transgénicos es un invento de los ecologistas”. Lo que sí parece evidente es que son muchos los mitos y supersticiones que rodean el tema de los alimentos manipulados genéticamente y que, de momento, su principal enemigo es la ignorancia.