Volkswagen ha cerrado el primer trimestre con un descenso de las ganancias netas atribuidas del 19,3% hasta los 2.365 millones. Este resultado es debido principalmente al caso diéselgate, la manipulación de los motores para que reportaran menos emisiones de gases contaminantes en las revisiones.
La facturación bajó el 3,4% hasta los 50.964 millones de euros, cifra a la que después impactaron de forma negativa el efecto de los tipos de cambio según la multinacional con sede en Wolfsburg (Alemania).
Impacto positivo de la provisión
La nota positiva en la cuenta de resultados es el avance del 3,4% en el beneficio operativo, que alcanza los 3.440 millones de euros. Este crecimiento se explica por los ajustes positivos de 300 millones en las provisiones vinculadas al trucaje de los motores para emitir menos que se investigan en varios tribunales de todo el mundo.
A pesar del batacazo en los resultados trimestrales, la cúpula del grupo se muestra optimista. “En la vista de la amplia gama de los retos a los que nos enfrentamos, estamos satisfechos por el conjunto de los resultados de principio de año”, indica el presidente del Grupo Volkswagen, Matthias Müller, en un comunicado. “Ser á un 2016 exigente”.
Caen Volkswagen y Audi
En global, la ventas se mantuvieron casi planas respecto al ejercicio anterior. El grupo comercializó 2,5 millones de vehículos, el 0,8% más. El problema es que las marcas que más aportan a los beneficios, con una mejor plusvalía por coche, son las que han registrado la peor comercialización.
La marca Volkswagen se lleva la peor parte con un descenso de sus beneficios operativos del 85,8%, hasta los 73 millones de euros. Audi alcanzó los 1.300 millones, aunque el margen operativo cayó el 9%.
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