Si ya de por sí es complicado acceder a un crédito hipotecario, mucho más lo es cuando sus demandantes disponen de unos ingresos de tan solo 1.000 euros mensuales. Son los conocidos popularmente como mileuristas y que según refleja el último informe de salarios que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), representan al 30% de la masa laboral del país, que viven incluso con sueldos más reducidos.

Tienen una retribución inferior a 1.221,10 euros brutos al mes y, en la práctica, eso implica que no llegan a alcanzar los 1.000 euros netos mensuales una vez descontados los impuestos. Corresponden mayoritariamente al sector más joven de la población, tal y como se pone de manifiesto en el informe oficial al constatar que el 67,7% de los menores de 25 años se encuentran en este tramo salarial.

Euríbor en negativo

Este escenario propicia que una parte realmente importante del mercado de trabajo deba afrontar la contratación de una hipoteca en peores condiciones que el resto de los trabajadores. Si bien la tendencia consolidada a la baja del índice de referencia europeo, Euríbor (al que están ligados el 93,0% de los préstamos a interés variable) según los datos provisionales del INE, no todo es negativo para sus intereses.

El Euríbor se ha trasladado al terreno negativo y, de forma histórica, ha encadenado tres meses consecutivos bajo esta tendencia. La media mensual de febrero, marzo y abril se ha contraído hasta el 0,008%; 0,012%; y 0,010%, respectivamente. Este escenario contrasta con el que mantuvo el índice durante el siglo pasado, siempre por encima del 0,06% y con los máximos (5,4%) en el inicio de la crisis económica.

Relajación de las propuestas financieras

Como consecuencia de su evolución, las ofertas de las entidades financieras se han suavizado durante los últimos años. Eso ha dado un mayor respiro a la demanda de los mileuristas. En algunos casos, las propuestas están por debajo del diferencial del 1%. Se acompañan buena parte de ellas con la exención de comisiones y otros gastos en su gestión.

Otro factor que facilita el conseguir la compra de un piso es la eliminación de la cláusula suelo en el contrato, para que se beneficien de las bajadas del Euríbor.

La cláusula suelo establece un tipo mínimo de interés aunque el valor en el mercado sea más bajo. Como consecuencia de ello, los usuarios pagan unas cuotas mensuales más elevadas.

Requerimientos para su aprobación

Todas estas causas ayudan a que los objetivos de los mileuristas se cumplan, o al menos a que suavicen los esfuerzos económicos. En cualquier caso, el handicap más importante de todos es la aprobación de la hipoteca o préstamo, que se realiza siempre bajo condiciones muy rígidas.

En todos los casos necesitarán un trabajo estable que responda de la financiación. Deberán aportar una nómina en torno a 600 o 700 euros netos como mínimo y siempre que la operación esté avalada con algún ahorro o los recursos de un familiar. Esto se debe a que las hipotecas que están habilitadas en estos momentos no financian la totalidad de la adquisición, tal y como sucedía tan solo hace unos años. Por el contrario, ascienden sólo al 80% del precio de la vivienda.

Dispondrán de menos años para amortizar su hipoteca. Esto es así porque los plazos para su devolución se han reducido a partir de la última crisis. El tope máximo ha quedado establecido entre 30 y 35 años, que conllevará asumir cuotas mensuales más exigentes. Aunque con la ventaja que cerrarán antes la operación, tras las recomendaciones del Banco de España como exigencia para evitar un mayor endeudamiento.

Hipotecas para los sueldos más bajos

Dentro de este planteamiento general que aporta el mercado hipotecario, no son muchas las oportunidades que tienen los mileuristas para firmar un contrato de estas características. Aunque la relajación en las condiciones por parte de los bancos ha generado que se abran canales para que estas personas accedan a una vivienda.

Se caracterizan porque el tope mínimo para acceder a sus créditos se reduce hasta 600 euros, aunque importando diferentes estrategias comerciales.

Propuestas

Abanca es una de las entidades que posibilita firmar la operación a los mileuristas, a través de la Hipoteca Mari Carmen. Está comercializada para unos ingresos mínimos a partir de 600 euros. Tiene unos intereses desde el 1,75% durante los dos primeros años y, a partir del tercero, desde Euríbor 12 meses 1,25%. El plazo máximo para devolverla es de 30 años, y puede solicitarse sobre el 80% del valor de tasación del inmueble.

Otro de los recursos a los que pueden recurrir estos trabajadores es a la Hipoteca Variable que viene confeccionado ING Direct. Su propuesta parte desde el Euribor 0,99% (1,79% TAE Variable), y se distingue porque es ofrecida sin comisiones y sin suelo.

Financia el 80% de la operación, siempre con un mínimo de 50.000 euros. Se caracteriza frente a otros modelos porque ofrece mayor tiempo para amortizarla, con un plazo máximo de 40 años. Los requisitos para su contratación pasan por aportar la nómina o pensión, o realizar ingresos mensuales de al menos 600 euros desde otra entidad, o en último caso mantener un saldo mínimo de 2.000 euros.