Los trabajadores de la división energética de Alstom en Cataluña se reunirán el miércoles con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y con el vicepresidente y responsable económico, Oriol Junqueras, para conocer de primera mano cuáles han sido las gestiones que han emprendido con General Electric. Los trabajadores quieren saber si el Gobierno catalán apuntó sus peticiones de intentar mediar --y presionar-- a la multinacional estadounidense para garantizar la continuidad de la compañía en Barcelona.
Ponen el acento en que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que negocian deja en posición de salida la división eólica instalada en el barrio de la innovación de la capital catalana, el 22@. Y eso no implicará solo la pérdida de un centro de trabajo, destacan los sindicatos; las factorías de Alstom Wind y Alstom Power en Cataluña cuentan con un nivel tecnológico puntero en su sector.
Apoyo institucional
General Electric anunció a principios de año su intención de cerrar la planta instalada en Cornellà del Llobregat y la reducción de plantilla en el 22@, lo que implicará el despido de 380 personas en el marco de una reestructuración global. Los sindicatos encendieron en ese momento las alarmas y mediaron en la Generalitat para recibir el apoyo institucional.
Desde ese momento intentan arrancar a General Electric un pacto de garantías industriales de futuro. La primera parte de la negociación del ERE, que se prolongará hasta la próxima semana, se ha centrado en dar forma a este plan. Ahora, los representantes de los trabajadores esperan que la multinacional responda a sus peticiones.
El consejero de Economía y Conocimiento, Jordi Baiget, y la de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa, son conscientes de la amenaza que representa para el tejido industrial catalán la pérdida de la sede del gigante eólico mundial. Se reunieron por separado con el comité de empresa, sin darles una respuesta sobre las peticiones que les hicieron.
Gobierno bicéfalo
Por ello reclamaron sentarse con Puigdemont y Junqueras, los líderes de un Gobierno catalán que en la práctica es bicéfalo por la distancia cada vez mayor entre CDC y ERC. Además de trasladar su inquietud a la oposición.
Los trabajadores de Alstom quieren respuestas. Están a 15 días de intentar alcanzar un acuerdo en las condiciones de salida de 380 empleados y conocer las garantías futuras de los centros. Aseguran que la Generalitat puede incidir a su favor con las competencias que tiene, aunque sean limitadas.