Francia está paralizada por la huelga general convocada a lo largo de esta semana contra la reforma laboral que el presidente galo, Manuel Valls, abre la puerta a modificar ligeramente. Los paros y protestas de los sindicatos, muy fuertes en el país, siguen tras varias jornadas y tienen afectaciones en el transporte y la energía, básicamente.
España ha visto cómo la conexión ferroviaria con Francia se ha reducido drásticamente. Este jueves no circularán los trenes que conectan Barcelona con las ciudades de Toulouse, Lyon y Marsella. Sí que podrá operar, como en las últimas jornadas, la línea de alta velocidad entre la capital catalana y París aunque no se garantiza que la protesta se derive en un interrupción de la línea en cualquier momento.
Anuncio de los controladores aéreos
Renfe, de nuevo, indica que no puede garantizar que los trenes regionales que salen de Barcelona y que llegan a la comarca de La Cerdanya, epicentro de veraneo, pueda finalizar el recorrido hasta Latour de Carol la línea R3. Ocurre lo mismo con la con la línea que hace el mismo recorrido por la costa de Girona, otro punto caliente de turismo. Los trenes han parado los últimos días en Puigcerdà y Portbou, respectivamente.
Aunque el mayor temor en España es por el reciente anuncio de los controladores aéreos franceses de que también se suman a la protesta. Se desconoce exactamente cuál será la afectación de su huelga, pero se avisa de que las cancelaciones y los retrasos estarán a la orden del día en los próximos días como ya ocurrió en marzo.
Impacto en el sector energético
Los vuelos que aterrizarán en el país vecino serán los más afectados, pero la falta de personal para controlar el espacio aéreo también afectará a los que crucen la región. Y eso, para España, se trata de casi todos los vuelos. Fuentes del sector indican que se pueden analizar rutas alternativas.
El mayor impacto de la huelga laboral en Francia, con todo, es en el sector energético. CGT, el sindicato mayoritario en el país, asegura que este jueves por la mañana se han registrado los primeros cortes energéticos en varios departamentos (las regiones) a pesar de que Valls lo negara en la radio.
45 millones a la semana para Total
El Gobierno galo ha empezado a usar carburantes de sus reservas por los bloqueos de los trabajadores para que las refinerías y centrales nucleares del país, que impiden que funcionen con normalidad. El Estado asegura que el stock le permite disponer de carburantes durante varias semanas.
Hay gasolineras con los tanques secos y se teme que el pulso entre sindicalistas y Gobierno se prolongue. El gigante Total ha hecho un cálculo de la repercusión de la huelga en las cinco refinerías que la petrolera tiene en el país: 45 millones de euros a la semana.
El broche para la compañía a un annus horribilis por el lastre del precio del crudo internacional.