Toyota y Uber han llegado a un principio de acuerdo para colaborar en el negocio de taxis alternativos. La empresa automovilística invertirá en la polémica compañía una cantidad que todavía se desconoce, con la que se quiere asegurar su presencia en la que muchos consideran el modelo de movilidad del futuro.
El pacto incluye un programa según el cual los conductores de Uber podrán utilizar coches de la marca japonesa. Además, la colaboración pasa por un análisis de las condiciones del negocio y las necesidades de los consumidores por tal de introducir novedades en el modelo de Uber.
Nuevos mercados y coches autónomos
La coordinación de las firmas se extiende a encontrar nuevos mercados para implantar la movilidad colaborativa. En los países en los que Uber ya está presente, el acuerdo prevé un crecimiento y un estudio de las regulaciones en cada caso. La polémica ha acompañado a la compañía en varias regiones, donde los taxistas tradicionales denuncian competencia desleal por parte de Uber.
Los avances tecnológicos son otro de los objetivos de la colaboración. Toyota ha mostrado su interés por desarrollar coches autónomos. Uber, por su parte, ya ha empezado a trabajar en ello.