Los gestores del periódico barcelonés La Vanguardia han confeccionado para 2016 un presupuesto contractivo. Prevén que en el año que ahora corre se mantendrá el inacabable recorte de la recaudación por venta de ejemplares. No obstante, estiman que la mengua se compensará, siquiera sea en parte, con una rebaja de los dispendios ordinarios.

Si se cumple esta previsión de negocio, La Vanguardia arrastrará en 2016 su noveno ejercicio consecutivo con ingresos a la baja.

129.000 ejemplares y 105 millones facturados

El mascarón de proa del veterano Grupo Godó vendió en 2015 un promedio diario de 129.073 ejemplares, con baja de un 7,9%, según los datos definitivos de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD). De dicha cifra, poco más de 35.000 copias correspondieron a los quioscos, 61.000 a las suscripciones y el resto a compras de organismos oficiales y empresas. En 2007, la difusión del diario superaba ligeramente los 213.00 ejemplares.

La cifra de negocio del pasado ejercicio se situó en 105,4 millones, frente a los 106,8 millones en 2014. Pese a este descenso, los resultados abandonaron el color rojo. Los de explotación pasaron de 3,2 millones de pérdida a 796.000 de ganancia; y el resultado final, de 3,1 millones negativos a 417.000 euros positivos.

A semejante viraje coadyuvó la poda aplicada a los gastos de aprovisionamiento y de explotación, entre los que son de citar el consumo de papel, los servicios de impresión y encarte, y las promociones realizadas durante el año.

Más de 800.000 euros anuales de subvención

Como viene siendo habitual en los últimos tiempos, contribuyó de forma decisiva al logro de beneficios la subvención a fondo perdido recibida de la Generalitat, que se cifró en 819.000 euros, frente a los 864.000 euros de hace dos años.

El festival continúa en 2016, pues en febrero último el Gobierno catalán ya le hizo entrega de otros 810.000 euros.

Reducción de plantilla e inspección de Hacienda

Los miembros del comité de dirección del diario se embolsaron unos emolumentos conjuntos de 1,3 millones, es decir, 96.000 euros menos. La plantilla volvió a comprimirse y pasó en esta ocasión de 238 a 230 personas. En estos momentos, el número de empleados queda un 20% por debajo de los que había un lustro atrás.

El 9 de marzo pasado, Hacienda notificó a La Vanguardia el inicio de actuaciones inspectoras relativas al impuesto de sociedades de 2011 a 2013 y al IVA de febrero de 2012 a diciembre de 2013.