La policía francesa ha entrado este martes en las oficinas centrales de Google en París. Los agentes buscan documentos que acrediten la presunta evasión fiscal de la que está acusada el gigante estadounidense.
La operación, que empezó casi a las cinco de la mañana de este martes, tiene lugar poco después de que el Ministerio de Finanzas, encabezado por Michel Sapin, haya reclamado 1.600 millones de euros al gigante estadounidense por eludir el pago de tasas mediante técnicas de ingeniería fiscal “agresivas”, según fuentes del departamento.
Presunción de inocencia
El portavoz de Google en Europa, Al Verney, eludió a la presunción de inocencia de la multinacional. Manifestó que la filial francesa siempre ha cumplido las leyes del país y explicó que cooperan con las autoridades al “responder sus preguntas”.
El registro ha sido un golpe en la imagen pública de la compañía, aunque no es la única que está acusada de usar entramados societarios complejos para tributar en paraísos fiscales y ampliar los beneficios. La propia Comisión Europea tiene varias causas abiertas sobre competencia que derivarán en multas para las multinacionales si se demuestra finalmente que son evasoras fiscales.