Más de 300 economistas de 30 países han enviado una carta a los líderes mundiales en la que advierten de que no hay argumento económico que justifique la continuidad de los paraísos fiscales y urgen a acabar con su opacidad financiera. Advierten de que no hacía falta que estallara el escándalo de los papeles de Panamá para saber que la corrupción internacional "campa a sus anchas".

La carta, coordinada por la ONG Oxfam, ha sido redactada en vísperas de la cumbre anticorrupción organizada por el Gobierno británico, que tendrá lugar el jueves en Londres y en la que participarán políticos de 40 países, así como representantes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Entre los firmantes se encuentran Thomas Piketty, autor de El capital en el Siglo XXI; Angus Deaton, actual premio Nobel de Economía, y Nora Lustig, profesora de Economía Latinoamericana de la Universidad Tulane, así como expertos y asesores políticos como Jeff Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia y asesor del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki moon, y Olivier Blanchard, anterior economista jefe del FMI.

En España, Juan Gimeno, profesor de Economía de la UNED; José Moisés Martín Carretero, de Economistas Frente a la Crisis o Andreu Mas-Colell, profesor emérito de la Universidad Pompeu i Fabra de Barcelona, se encuentran entre los casi 40 expertos españoles que han firmado esta carta.

Países pobres 

Representantes académicos de las principales universidades mundiales como Harvard, Oxford y la Sorbona, también se suman a una misiva que tiene como finalidad advertir de que los paraísos fiscales minan la capacidad recaudatoria de los países, siendo los países pobres los más perjudicados. Aunque discrepan sobre los tipos impositivos más adecuados, coinciden en que "los paraísos fiscales, que permiten ocultar activos mediante empresas pantalla o trasladar los beneficios de empresas que no operan en su territorio, distorsionan el funcionamiento de la economía global".

Para solucionar esta situación, hacen un llamamiento a los gobiernos para que acuerden nuevas normativas internacionales que obliguen a las empresas a publicar informes sobre sus actividades en cada uno de los países en que operan, y garantizar que todos los territorios creen registros públicos de los propietarios efectivos de todas las empresas y fondos.

Connivencia de Estados Unidos y Reino Unido 

Jeff Sachs considera que “los paraísos fiscales no son porque sí. Las Islas Vírgenes Británicas no se convirtieron en un paraíso fiscal y de secretismo bancario por sí solas. Estos paraísos son resultado de elecciones deliberadas de importantes Gobiernos, principalmente el Reino Unido y Estados Unidos, con la colaboración de importantes instituciones financieras, contables y legales que mueven el dinero".

"No necesitábamos conocer los papeles de Panamá para saber que la corrupción fiscal internacional campa a sus anchas en los paraísos fiscales. Hay que poner fin rápidamente a este sistema global que permite estos abusos. Esto es lo que significa una buena gobernabilidad en el marco de un compromiso global a favor del desarrollo sostenible".

Los economistas que firman la carta apuntan a que el Reino Unido se encuentra en una posición única para liderar la lucha contra los paraísos fiscales ya que tiene soberanía sobre cerca de un tercio de los paraísos fiscales del mundo a través de sus territorios dependientes de la Corona. Más de la mitad de las empresas creadas por Mossack Fonseca, el bufete de abogados que aparece en los papeles de Panamá, se establecieron en territorios de ultramar británicos, como las Islas Vírgenes Británicas.

Víctimas de la evasión fiscal

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, avisa de que “millones de las personas más pobres del mundo seguirán siendo las principales víctimas de la evasión fiscal a menos que los gobiernos actúen de manera coordinada para acabar con los paraísos fiscales, introduciendo registros públicos de los propietarios efectivos de empresas y fondos, así como sistemas para compartir información de forma automática entre países ".

"Gobiernos de todo el mundo, las Naciones Unidas, el FMI y el Banco Mundial han de poner las bases para una segunda generación de reformas fiscales internacionales que vayan más allá de las actuales propuestas y aborden la evasión y elusión de impuestos para parte de las grandes empresas", afirma Byanyima.