Los inversores han dado inicio a la temporada de caza mayor por los hoteles de Silken. La insolvencia de una de las matrices de la cadena ha despertado el interés de fondos de inversión, family offices y otros grupos, que se han lanzado a verificar los activos de la marca. No obstante, las compraventas las frenan dos elementos. Uno, una gestora pegadiza y, dos, la elevada deuda que carga la enseña.

Según ha podido saber Crónica Global, los inversores persiguen activos como el Hotel Diagonal, un cuatro estrellas ubicado en el distrito tecnológico 22@ de la capital catalana. "Su precio antes de la moratoria rondaba los 40 millones. Tras el cerrojazo hotelero costará algo más: sobre los 50", explica un consultor en hotelería.

Además del precio, la operación ha topado con otros dos obstáculos. "La explotadora no quiere irse. Y la deuda de los hoteles tampoco ayuda", agrega un inversor consultado.

Mochila financiera 

Según ha podido saber este diario, la deuda total de la gestora era de 117 millones de euros en 2015. Las obligaciones son uno de los productos que se ofrecen en el mercado. "Silken vende los hoteles, por un lado, y la deuda, por el otro", ilustra uno de los profesionales consultados.

Además de lo adeudado, hay otro factor que hace descarrilar la toma de posiciones. "Los dos grupos que controlan la cadena tienen muy malas relaciones. En este contexto, ¿quién se acercaría a comprar?", subraya una fuente sindical.

Bicefalia

Cabe recordar que Hoteles Silken tiene dos matrices. Una es el Grupo Urvasco, cuya cabecera, Numerus Clausus, entró en concurso la pasada semana, con una deuda cercana a los 700 millones de euros. 

La mayoría del capital lo controla Escampa SL, una mercantil que dirige el abogado Juan José González-Simó del Río. Esta firma es directamente responsable de activos de notable valor como Silken Sant Jordi, que, según los profesionales consultados, "arrojan buena rentabilidad".

Mamotretos

No obstante, junto a buenos alojamientos, los profesionales apuntan a otros establecimientos que cargan más la cuenta de resultados de la explotadora: "Un caso paradigmático es el Silken Puerta de América. Un hotel de diseño dudoso situado en una ubicación mal elegida".

Cabe recordar que la cadena Silken Hoteles es una operadora que controlaba el empresario alavés Antón Iraculis. El industrial, al frente del Grupo Urvasco, controlaba el 93% de la división hotelera del grupo, GHU.

A medida que acumulaba obligaciones y procedimientos concursales, el holding fue cediendo activos y deuda, que finalmente cazó Bank of America Merril Lynch, y que ahora vuelve a estar en el mercado.