El causante del 'pufo' de la escuela de aviación Top Fly abrirá otro centro para entrenar pilotos. La nueva European Aviation School (EAS) of Barcelona, que arranca el 23 de mayo, está impulsada por Jorge Veguín, uno de los socios que hundió el centro de entrenamiento y dejó colgados a ochenta aspirantes a pilotos de aviación comercial.
Según ha podido saber Crónica Global, la EAS es la nueva aventura del emprendedor, que por sentencia judicial debe 4,77 millones de euros a estudiantes más intereses y costas, casi seis millones de euros.
El nombre de Veguín, por ejemplo, figura como registrador de la página web de la institución de formación, que tiene dos oficinas, una en Barcelona y otra en el municipio de Sabadell.
Licencia en trámite
Pese a la cercanía de la fecha de estreno, la EAS aún no figura en la lista de centros autorizados para entrenar pilotos. La lista de organizaciones aprobadas con licencia ATO (Centro de Formación Aeronáutica, por sus siglas en inglés) no recoge la actividad de Veguín.
"Esta escuela tiene la licencia en trámite. Si una empresa no aparece en esta relación, no dispone de permiso para ofrecer cursos de piloto", subraya una portavoz de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
"¿Cómo ha otorgado Aesa la licencia de una escuela de pilotos a un socio que hundió la escuela y aún no ha devuelto un dinero que un juez le obligó a reembolsar?", se pregunta uno de los alumnos afectados por el cierre.
'Agujero' de Top Fly
En efecto, la anterior aventura firma aeronáutica de los hermanos Veguín acabó en polémica. La escuela de formación de pilotos Top Fly de Sabadell (Barcelona) cerró en marzo de 2011, dejando a 89 alumnos sin su título ni dinero.
En 2012, el juzgado de Primera Instancia número 31 de Barcelona sentenció que Top Fly SL, administrada por Jorge y Francisco Veguín, debía 4,77 millones más intereses y costas a 81 estudiantes al resolver su contrato de formación.
Dos años después, el recurso de la compañía fue tumbado en la Audiencia Provincial, que emitió un fallo similar. Ahora, Jorge Veguín, uno de los socios de la compañía que perdió el pleito, intenta entrar de nuevo en el sector.