Gas Natural Fenosa (GNF) ha celebrado este miércoles la junta general de accionistas con todas las miradas puestas en la renovación de su cúpula. Salvador Gabarró (81 años), el presidente, se jubiló hace años de Roca --ha confesado que es pensionista-- y reconoció que en estos momentos está “de propina” en la compañía. ¿Por qué sigue allí? “No depende de mí, me iré cuando me dejen”, aseguró.
Hay otro nombre clave en esta sucesión, tal y como reconoce el mismo Gabarró: el presidente de La Caixa, Isidro Fainé. De hecho, manifestó abiertamente que su jubilación “depende del señor Fainé” ya que el “pacto público de control” de los grandes accionistas de Gas Natural marca que el grupo financiero elegirá al presidente de la compañía y Repsol nombrará al consejero delegado, actualmente Rafael Villaseca.
No generar un problema
El primer ejecutivo de la gasista confesó que tiene “ciertas ganas” de jubilarse definitivamente, a pesar de que “no sufre” con sus responsabilidades en la compañía ya que hace un “gran tándem” con el consejero delegado.
Su principal preocupación en estos momentos es no convertirse en un problema para ninguno de los dos accionistas de referencia. Gas Natural ni siquiera cuenta con un plan de sucesión diseñado ante este tipo de decisiones, que corresponden exclusivamente a los propietarios de control.
Sin presión para la sucesión
“Lo único que puedo garantizar es que quien me sustituya será mucho más bueno que yo”, bromeó Gabarró en la rueda de prensa previa a la junta y después de múltiples presiones sobre la fecha en la que llegaría su jubilación.
“Me lo preguntan con mucho cariño, no me siento presionado para nada”, señaló tras constatar que está en el tercer cajón del podio de la gerontocracia del Ibex 35 por detrás de Juan Miguel Villar Mir (OHL, 84 años) y José Lladó (Técnicas Reunidas, 82 años).
En el plano empresarial, Gas Natural salvó los muebles en 2015, un ejercicio complicado para el sector por la caída del precio del crudo que lastró el resto de las materias primas, especialmente las energéticas.
Nuevo plan estratégico en una semana
Tal y como explicó la cúpula en la presentación del cierre del ejercicio 2015, se han situado por encima de la media europea de grupos del mismo perfil tanto en cifra de negocios (facturó 26.015 millones, el 2% más que la media), como en resultado bruto (el ebitda alcanzó los 5.264 millones, el 1% más) y neto (1.502 millones, supera a la media el 38,9%).
Pocas novedades más sobre la estrategia futura de la compañía, ya que está a una semana de presentar el plan de negocio que estará vigente hasta 2018. La única magnitud que avanzaron, y porque necesita la ratificación de la junta de accionistas, es un incremento del 10,1% respecto al año anterior del dividendo, con un coste de 1.001 millones a cuenta del resultado de 2015.
¿Echa un cable a Repsol?
Gabarró defendió que la espectacular subida aprobada hace tan solo dos semanas tiene como único objetivo “mandar una señal de confianza a los accionistas de que recibirán en los próximos tres años un dividendo claro y concreto”. Desvinculó la nueva política de la necesidad de Respol de conseguir ingresos extraordinarios para evitar una depreciación del rating como consecuencia de la caída del precio del crudo.
La cúpula de Gas Natural aseguró que no solo piensa en echar un cable a la Repsol. Tiene capacidad de incrementar la retribución por encima del compromiso que se marcó en el plan estratégico que acaba de decaer y es una medida que beneficia a todos los accionistas de la compañía.