La economía de Puerto Rico se encuentra en una situación muy complicada. Así lo ha hecho saber el gobernador de este estado libre asociado de Estados Unidos, Alejandro García Padilla, en un discurso en la televisión local.
Padilla ha anunciado que el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) no puede hacer frente a sus deudas con los acreedores, que ascienden a 422 millones de dólares --unos 367 millones de euros--.
Según un informe de Reuters publicado antes de las declaraciones del gobernador, el BGF “se saltará la parte principal de los fondos destinados a cobertura, cooperativas de crédito y otros tenedores de bonos”.
Drásticos recortes
De igual modo que otros gobiernos con problemas financieros en todo el mundo, el Ejecutivo portorriqueño ha tenido que hacer frente a las demandas de los acreedores y sus consultores. La isla se ha visto inmersa en drásticos recortes de gastos con el fin de crear excedentes lo suficientemente grandes como para satisfacer las obligaciones de deuda, informa Business Insider.
Aunque el anuncio de Padilla no es del todo inesperado, ZeroHedge informó el domingo que el precio de los bonos habían caído a 20 centavos de dólar.
En el mundo financiero la angustia de Puerto Rico no llega por sorpresa, y muchos fondos de cobertura han hecho apuestas en las que confían que la isla restituirá la deuda con sus acreedores tras alcanzar un acuerdo gubernamental. Y es que, el Banco nacional ha mantenido conversaciones con todos los actores implicados para tratar de reestructurar la deuda de forma consensuada.
Algunos acreedores que se sienten frustrados con la administración de Padilla --que no ha llevado a cabo auditorías para conocer el estado financiero desde 2013-- consideran que las reformas del gobierno podrían permitir a la isla pagar sus deudas sin perjudicar a su gente. No obstante, García Padilla insiste en que lo que necesita Puerto Rico es un “alivio” en los pagos de la deuda.
Problemas para Washington
Un incumplimiento de la deuda aumentaría la presión sobre el Congreso de los Estados Unidos, afirman desde el rotativo, dado que la isla se encuentra en una situación muy complicada. El estado libre asociado tiene otros 1,9 millones de deuda acumulada, además de 777 millones en obligaciones de deuda que fija la propia Constitución.
El presidente del Congreso, Paul Ryan, reclamó inicialmente un plan para solventar la situación en la isla. No obstante, su proyecto de ley en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara, que pondría las finanzas de Puerto Rico bajo supervisión federal y permitiría la reestructuración de la deuda, fue tumbada tanto por el ala progresista como conservadora en el Congreso.