La sección sindical de CCOO en BCN Activa, la empresa pública que promueve la ocupación en la ciudad y ha tenido un papel muy importante durante la crisis, ha decidido denunciar ante Inspección de Trabajo la reestructuración de la compañía. Fue la primera medida que tomó BComú, el partido de Ada Colau, en la organización tras conseguir la alcaldía de la capital catalana y ha implicado el fichaje de 18 directivos en un proceso de selección que el sindicato, mayoritario en el comité de empresa, considera que se ha hecho sin transparencia.
Los cambios en la estructura directiva de BCN Activa, presidida por el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, fue un proceso que se inició con un desplante del Gobierno local hacia los representantes de los trabajadores.
El comité de empresa quedó al margen del diseño de una nueva dirección que está centrada en atender a cooperativas, organizaciones colaborativas y en iniciativas de proximidad al territorio. Tampoco fue consultado sobre si la eficiencia en atender al ciudadano, el motivo de la reestructuración, incrementaba al separar los responsables de Ocupación y a los de Empresa y Emprendimiento en dos departamentos distintos.
Política de contratación
Los trabajadores participan de forma habitual el procesos en este sentido aunque sea de forma consultiva, no se limitan a ser simples observadores. Más allá del problema en las formas, lo que generó el conflicto laboral es que en el diseño de la nueva BCN Activa no se acompañó de un plan para reforzar el personal técnico de la compañía.
Las únicas contrataciones que planteó Pisarello fueron las de 18 directivos, la mayoría con cargos intermedios. La gota que hizo colmar el vaso en las difíciles relaciones con el sindicato mayoritario en el comité (con 11 de los 17 representantes) ha sido la forma en la que se han planteado las incorporaciones a la compañía.
Personal de confianza
El Gobierno de Barcelona anunció que el proceso se haría mediante concursos públicos al uso. Las alarmas se dispararon cuando las primeras incorporaciones se resolvieron en tan sólo 15 días, un calendario que no da margen a abrir una convocatoria. Además, el comité de empresa no disponía de la documentación que justificara las incorporaciones cuando se empezaron a producir a pesar de haberla reclamado.
Ante este escenario, CCOO pidió la conciliación del Tribunal Laboral Catalán. Se celebró una primera vista en marzo y se acordó intentar solucionar los desencuentros de forma interna. Los ánimos de los trabajadores se calmaron hasta que, según su relato, la dirección de la empresa pública les informó de que los sindicatos podían quedarse al margen del proceso porque los concursos abiertos eran, en el fondo, para fichar a personal de libre designación.
Falta de transparencia
BComú puede optar por el personal de confianza para asegurarse el control de BCN Activa, lo que afean los sindicatos es que no lo admita abiertamente y la falta de transparencia del proceso. Incluso en la parte económica, ya que casi no se ha entregado documentación sobre el proceso. Así lo argumenta CCOO en el escrito remitido a Inspección del Trabajo hace 10 días, que aún no tiene respuesta.
Este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona para conocer su valoración sobre el paso que ha dado el sindicato y conocer la justificación del refuerzo de cargos ejecutivos en BCN Activa. Aún no ha respondido.
El sindicato alerta de que la reestructuración de la empresa pública debilita la eficiencia del personal técnico, ya que son el mismo equipo repartido en más áreas y con mayores cargas de trabajo. Además, el fichaje de los directivos ha consumido todo el presupuesto en masa laboral para el ejercicio, por lo que no se pueden ejecutar nuevas contrataciones. Al final, indican fuentes de la organización, los que saldrán más perjudicados son los ciudadanos porque bajará la calidad del servicio.