Barcelona relaja su mano dura contra los cruceros. La concejal de Participación y Distritos, Gala Pin, ha pedido el jueves más impuestos para los pasajeros de los 749 buques de recreo que atracan en la ciudad cada año. La demanda orilla la voluntad de "decrecer" que anteriormente defendía el ejecutivo municipal de BComú. En cualquer caso, el Puerto ha manifestado su oposición a una nueva fiscalidad.
Pin ha concretado que apuesta por imponer la tasa turística a los pasajeros de buques que estén atracados menos de 12 horas en el muelle barcelonés, hecho que ahora no ocurre. La edil ha subrayado que revisar la fiscalidad "ya se contempla en el Plan de Actuación Municipal y en el Plan Estratégico de Turismo de la ciudad".
Estudio
La nueva postura del ejecutivo muncipal se ha verbalizado en la presentación hoy jueves del Estudio de Impacto Económico de la Actividad de Cruceros del Puerto de Barcelona. Según este informe, el impacto de la actividad en Cataluña superó los 800 millones de euros en 2015.
La investigación coordinada por el Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab de la Universidad de Barcelona (UB) consigna que las naves atraen a turistas de calidad. "La media de edad del viajero es de 50 años, con unos ingresos medios anuales de 70.000 euros, no es low cost", ha explicado Esther Vayá, profesora del centro universitario.
Pinza Cámara-Puerto
Los datos del estudio, que ya había publicado una primera edición en 2014, han servido de espoleta al Puerto de Barcelona y a la Cámara de Comercio de la ciudad para presionar al ayuntamiento.
Ante la presencia de la concejal Pin, Sixte Cambra y Miquel Valls, máximo responsable de la Cámara, han defendido la necesidad de "consolidar" el modelo crucerista.
En este sentido, Cambra se ha opuesto a más cargas fiscales a los cruceristas. "La aportación fiscal es muy importante, de unos 150 millones al año. Y la tasa turística ya se aplica en estancias mayores a 12 horas", ha defendido.
"Fantasía"
Antes del acto, los vecinos contrarios a la congestión turística también han criticado la puesta de largo de la estrategia Puerto-Cámara.
"El estudio es fantasioso. Nos gustaría que el Puerto hiciera un trabajo medioambiental sobre el impacto real de los buques de recreo", ha denunciado Daniel Pardo, portavoz de la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible (ABTS).
La entidad prepara un plan de movilizaciones contra la llegada de cruceros, que creen "devastadora" para la movilidad y el medio ambiente en la segunda ciudad española.