Apple ha anunciado este martes que durante el segundo trimestre de su año fiscal 2016, cerrado el pasado 26 de marzo, registró unas ventas de 50.600 millones de dólares y un beneficio neto de 10.500 millones de dólares (1,90 dólares por acción).
Estos resultados suponen una caída de la facturación de un 13% (desde los 58.000 millones de dólares obtenidos el mismo trimestre del año anterior) y un 23% menos de beneficio (que alcanzó lo 13.600 millones de dólares --2,33 dólares por acción-- hace un año). Es la primera vez que esto ocurre en más de una década, y las cifras contrastan con los datos positivos logrados en el trimestre anterior.
Los resultados negativos de la compañía de Cupertino (California) se deben a una fuerte caída de las ventas de sus principales productos: el iPhone (16%, al pasar de 61 a 51 millones de unidades despachadas), el iPad (19%) y el Mac (12%). También es la primera ocasión en que caen las ventas del iPhone --su artículo estrella-- desde que Apple lo lanzó al mercado, en 2007.
El iPhone 7 como revulsivo
A pesar de estos números, la multinacional se muestra optimista. "Nuestro equipo ha trabajado con enorme efectividad afrontando una adversa situación macroeconómica. Estamos muy contentos con el fuerte y continuado crecimiento de los ingresos por servicios, gracias a la enorme fortaleza del ecosistema Apple y a nuestra creciente base instalada de más de mil millones de dispositivos activos", ha explicado Tim Cook, consejero delegado de la compañía.
Apple prevé una nueva caída de ventas durante el tercer trimestre de este ejercicio, situándose entre los 41.000 y los 43.000 millones de dólares. Pero espera que la facturación repunte con el lanzamiento del iPhone 7, previsto para finales de año.