El vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, rechaza el macroproyecto BCN World porque, a su juicio, el peso del sector juego es excesivo tal como está planteado en esa iniciativa.

Curiosamente, este tipo de ocio genera importantes ingresos para el Gobierno catalán, vía impuestos. Dicho de otra manera: aunque el juego genera un agitado debate ideológico que enfrenta a CDC y ERC, lo cierto es que los catalanes gastan cada vez más en bingos, casinos, máquinas recreativas, apuestas y sorteos.

Evolución

La recaudación tributaria por juegos de azar alcanza ya los 200 millones de euros, según datos proporcionados por el propio Junqueras. Así, la Generalitat ingresó un total de 199,5 millones en 2015, frente a los 191,6 correspondientes al año anterior.

Los incrementos más destacados corresponden a la recaudación por tributos sobre bingos, que ha pasado de 41,2 millones a 43,2 millones, mientras que los tributos sobre casinos alcanzaron los 18,8 millones frente a los 17 de 2014. Los impuestos recaudados por máquinas recreativas alcanzaron el año pasado los 136 millones frente a los 133 de hace dos años.

Rifas

Por el contrario, la recaudación líquida por rifas y combinaciones aleatorias ha descendido, pues el año pasado proporcionó a las arcas catalanas ingresos por valor de 120.273 euros frente a los 137.508 euros de 2014. Estas cifras confirman que, a pesar de la creación de la Grossa, con la que la Generalitat pretendía hacer la competencia al Gordo de Navidad, esta lotería propia no acaba de cuajar.

En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado del PP, Fernando Sánchez Costa, Junqueras precisa que la mayor parte de la recaudación por impuestos sobre el juego se da en la provincia de Barcelona, con 166,5 millones registrados.

Las tasas sobre el juego es uno de los tributos cedidos a la Generalitat en base al modelo de financiación autonómica.