La huelga de Metro de Barcelona será otro de los elementos que marquen la 21 edición de la feria Alimentaria, que dará el disparo de salida el próximo lunes en la capital catalana. El director general de certamen, Toni Valls, manifestó en la presentación del evento que se ha usado la experiencia con los paros en el transporte público del Mobile World Congress (MWC) para minimizar el impacto de la protesta a los 140.000 visitantes que se esperan.
“El plan de contingencia está escalado al nivel de la huelga parcial que se prevé”, indicó. La institución de promoción económica fletará autobuses lanzadera desde los principales hoteles de la ciudad hasta el recinto Gran Vía, situado en el término municipal de Hospitalet del Llobregat.
Más frecuencia de paso de FGC
Si no se está cerca de uno de esos establecimientos, la alternativa que proponen es desplazarse hasta plaza España en autobús y tomar allí cualquier línea de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), ya que todos los trenes tienen parada en el recinto ferial. La frecuencia de paso se ha reforzado en los horarios de entrada y salida de Alimentaria.
También se ha contratado a personal para que “gestione la cola de taxis”, en palabras de Valls, para garantizar que los asistentes tendrán acceso a ellos sin esperar demasiado.
Plazas de aparcamiento
Para los que opten por el transporte privado para desplazarse hasta Fira Gran Vía, la organización abre 5.000 plazas de aparcamiento dentro del recinto. Además, ha llegado a un acuerdo con el centro comercial que está al lado, Gran Vía 2, para “habilitar otras 3.000 adicionales”, indicó el director general de Alimentaria.
La Guardia Urbana de Barcelona y de Hospitalet también trabajarán para minimizar las colas de acceso y el colapso en las vías de entrada al recinto ferial. Para ello, se regularán los semáforos del entorno para incrementar la fluidez del tráfico.
Se espera que todas estas medidas sean suficientes para que no se repitan los problemas de transporte que marcaron la pasada edición del MWC. El punto de partida es diferente, ya se esperan muchos menos asistentes y expositores y la huelga se centraliza en el Metro. En el resto de transportes públicos de la ciudad no se ha convocado ninguna protesta.