Cataluña será independiente en verano de 2017, según el plan que mantiene el Govern de Carles Puigdemont. Conseguir la desconexión con España pasa ineludiblemente por definir las infraestructuras energéticas y en ese plan las nucleares tienen un papel caudal en la producción. El Govern empieza a mover ficha en este sentido y, según fuentes del entorno del presidente, ya se ha elegido a la persona que deberá tutelar el proceso: Antoni Gurguí.
Convergència trabaja para que ERC compre el nombre del ingeniero industrial íntimo de la familia Pujol --creció en el partido de la mano de Oriol Pujol-- para ejercer esta responsabilidad. La trayectoria de Gurguí dentro de la formación nacionalista le llevó a convertirse en director general de industria entre 2000 y 2003, en el último Gobierno de Jordi Pujol, y en marzo de 2009 dio el salto a una de las instituciones más importantes para la industria nuclear en España, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Relevo con polémica
Gurguí ocupó la única silla que CDC mantenía en la organización hasta el pasado octubre, cuando pasó el testigo a Javier Dies, ingeniero próximo al PP. El relevo estuvo marcado por la polémica, ya que se hizo mediante un real decreto tras haber sido rechazado anteriormente por la comisión de Industria, Energía y Turismo. El Congreso no estaba de acuerdo con el nuevo reparto de poderes políticos en la institución.
Históricamente, los nacionalistas catalanes tenían el poder del desempate en las decisiones del consejo, ya que lo conformaban dos profesionales acreditados elegidos por el PP, dos por el PSOE y uno por CDC. El procés propició un cambio en la definición y el partido de Mariano Rajoy obtuvo la mayoría en el CSN.
CDC, igual que el resto de partidos políticos de la oposición, se quejó, pero la mayoría absoluta del PP en la Cámara Baja provocó que no proliferara.
Pacto Nacional para la transición energética
Gurguí inició en ese momento una “fase de transición”, según sus propias palabras, que terminará con la puesta en marcha de la nueva infraestructura de Estado en Cataluña. Según el reparto de poderes entre los dos socios de Junts pel Sí, el desarrollo de las infraestructuras energéticas en Cataluña corresponde únicamente al partido de Puigdemont, ya que dependerán de la consejería de Empresa i Coneixement, encabezada por Jordi Baiget.
Eso sí, no se podrán poner en marcha hasta que no se apruebe el denominado Pacto Nacional para la transición energética. Es una de las prioridades de la legislatura, pero sin un calendario definido, indican fuentes de la Generalitat.
Definir a los reguladores
Los mismos interlocutores recuerdan que el pasado julio ya se presentó el documento base a los “agentes económicos, sociales y políticos del país” para definir el nuevo modelo energético de Cataluña. En los últimos meses se ha trabajado para pactar las políticas básicas y ya existe un documento definitivo pendiente de presentar.
La futura política nuclear en Cataluña se abordará en este acuerdo marco. Además, a partir de aquí se abordará el desarrollo de los futuros reguladores energéticos catalanes. Entre ellos estará el Consell Català de les Nuclears, la institución que podría encabezar Gurguí, según fuentes del sector.
"A disposición"
“Todo está en una fase muy inicial”, indican los portavoces de la consejería de Empresa. En cuanto al interesado, asegura que nadie le ha hecho llegar la propuesta, aunque está “a disposición del Govern y del partido” llegado el caso.
De forma paralela, CDC empezará a trabajar en definir cómo abordar la futura política energética catalana. Gurguí forma parte de esta mesa de trabajo interna.