Las cifras son las cifras incluso cuando se habla de bodas. Actualmente son eventos que van más allá de cambiar un estado civil por otro. Hoy en día, una boda es un acto social que implica una serie de gastos ineludibles a medida que queremos que la celebración sea algo inolvidable para todos los presentes.
De media, en España, se estima que el coste de una boda puede moverse entre los 10.000 y los 25.000 euros, cantidades que a día de hoy y más aún dada la situación económica en la que nos encontramos son difíciles de costear.
¿Cómo sufragar gastos?
El banquete, el vestido, la luna de miel… si empezamos a contar nos damos cuenta de que la suma final puede acabar por llevarnos a la bancarrota. Pero que no cunda el pánico, ya que este tipo de eventos podemos financiarlos.
Actualmente hay bancos y financieras que disponen de productos específicos que nos ayudarán con tal menester. Así, este desembolso podremos financiarlo y pagarlo cómodamente a plazos sin que suponga una gran hecatombe para la economía de nuestro día a día.
Cuentas de boda, el primer paso
Aunque no es muy habitual, ya hay algunas entidades que ofrecen cuentas de bodas, un tipo de cuenta bancaria específica para estos eventos, que tiene ventajas como el regalo de las tarjetas de boda con el nombre de los novios y el número de cuenta, beneficios en la contratación de seguros de viaje u ofertas de descuento en la luna de miel, etc.
Este tipo de cuentas no son una forma de financiación, sino un lugar en el que, los invitados que acostumbran a obsequiar a los novios con dinero en efectivo, puedan ingresar el importe que deseen. Estas gratificaciones suelen ayudar bastante a los novios a pagar los primeros gastos de la boda.
Alternativas
Si las cuentas de boda no nos convencen existe un plan alternativo: las cuentas de ahorro, las cuales permiten disponer del dinero depositado en ellas en cualquier momento y además nos ofrecen una rentabilidad a cambio. La rentabilidad puede ascender hasta el 2 % TAE durante los tres primeros meses, como en el caso de la Cuenta Bienvenida de Openbank.
Otra opción podría ser la Cuenta Naranja de ING Direct, exenta de comisiones y con un 1,50 % TAE durante dos meses. Así, mientras recogemos las aportaciones de nuestros invitados podremos obtener algo más de dinero con el que sufragar pequeños gastos.
‘Plan B’: pedir un crédito
Puede suceder que los ahorros que tenemos no lleguen para sufragar el gasto total del presupuesto que hemos planeado. Es el momento de pensar en cómo financiar el resto de los preparativos de la boda para no tener que prescindir de nada.
Para acceder a cantidades que oscilan entre los 500 y los 50.000 euros podemos optar por pedir un crédito. Para ello, antes de nada, debemos tener en cuenta tanto el plazo de devolución, que puede alcanzar en algunos casos entre los 5 y los 10 años, como el interés que nos aplicarán más las posibles comisiones.
A la hora de pedir un crédito, previamente, debemos comparar entre las diferentes ofertas del mercado para ver cuál es el que más nos compensa según el dinero que necesitemos y el plazo en que lo queramos devolver.