Andorra Airlines ha pinchado antes del despegue del primer vuelo. La compañía aérea que buscaba unir el país de los Pirineos con varias ciudades europeas no ha podido poner a la venta los billetes a 15 días de la primera conexión. La operadora tampoco dispone del capital necesario para el renting de su primera aeronave, un ATR 42, según confirman fuentes del sector de la aviación comercial.
"Andorra Airlines Flights SL sigue teniendo 15.880 euros de capital social. Decía que había recabado dos millones de inversores catalanes, pero no ha hecho ninguna ampliación. Con lo que tiene ahora no puede fletar ni un taxi", señalan las fuentes consultadas.
Todo ello hace imposible la operativa de la firma, que quería unir Madrid, Palma y París (Francia) y Oporto (Portugal) desde el aeropuerto de La Seu d'Urgell a partir del 30 de abril.
"Imposible comenzar"
En las condiciones actuales, la aerolínea que promueve el exedil del PSC Jorge Soriano --investigado en el 'caso Mercurio'-- no llenará ni un avión. "Una agencia local intentó una operativa con chárters el año pasado. Tardó cuatro meses en vender los billetes y acabó con un 50% de ocupación. En dos semanas, es imposible hacer nada".
En efecto, la página web de Andorra Airlines permanece inalterada desde la constitución de la mercantil en junio del año pasado. "Miro cada día si se abre la comercialización, pero no", explica un hotelero de La Seu d'Urgelll (Lleida).
Enésimo batacazo
El fracaso de Andorra Airlines es el enésimo mazazo que sufre un proyecto rodeado de dudas y polémicas. Creada en julio de 2015, la operadora ha entrado en una guerra legal con Air Andorra por su denominación comercial.
Pese que en un primer momento la firma manifestó contar con apoyo de mecenas israelíes y del entorno de Joan Laporta, expresidente del FC Barcelona, nunca se han conocido sus inversores. Los dos millones que anunció que había levantado para la aventura comercial tampoco han entrado en los libros de cuentas, según el Registro Mercantil.
Aeropuerto fantasma
El descalabro de Andorra Airlines tiene otra arista. El fallido proyecto supone otro mal trago para el aeropuerto de La Seu, que costó 10 millones al Gobierno catalán. La instalación, inaugurada en junio de 2015, ha generado pérdidas millonarias, pese a que debía ser el puerto de entrada de turistas de nieve y shopping al Estado pirenaico.