El Gobierno de Andorra venderá Banca Privada de Andorra (BPA) para terminar con la polémica intervención de la entidad a pesar de que sólo dos fondos buitres con muy pocas garantías en el sector han pujado por hacerse con los restos de la entidad, es decir, en comprar Vall Banc. De hecho, el inversor más bien posicionado en la puja, JC Flowers, fue rechazado por el Banco de España cuando intentó hacerse con la CAM en verano de 2011. Medios financieros españoles se sorprenden de que Andorra, que comenzó un proceso de colaboración con las autoridades españolas, apueste por algún comprador señalado previamente por sus vecinos.
JC Flowers chocó con el regulador financiero español por su intento de conseguir garantías públicas frente a posibles pérdidas futuras de la entidad antes de pagar hasta 800 millones de euros, oferta que tenía sobre la mesa en el momento previo a la entrada del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB) en la entidad. Las autoridades de Madrid no confiaron en la propuesta del grupo inversor.
Inversiones frustradas
El fondo estadounidense se quedó sin la caja levantina. Tampoco concluyeron con éxito los intentos posteriores de entrar en Banca Cívica, Novacaixagalicia (NCG), Unnim y CatalunyaCaixa (Catalunyabanc).
JC Flowers intenta desde hace seis años entrar en algún negocio financiero en España. También pujó en enero de 2015 por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), aunque el Gobierno congeló el proceso cinco meses después al considerar que las ofertas que le habían llegado eran demasiado complejas. En todo caso, el grupo ha cosechado un fracaso tras otro.
Socrates Capital, el otro fondo que pujó
El otro fondo buitre que ha pujado por los restos de BPA, Socrates Capital, tiene un perfil aún más opaco. Radicado en Londres, se fundó en 2009 con el objetivo de entrar en compañías que vivían “situaciones especiales”, tal y como afirma en su página web.
Lo que ha propiciado mayores suspicacias en el sector es que no se le conocen grandes operaciones, por lo que si el Gobierno de Andorra le permite la toma de control de Vall Banc, para Socrates Capital se convertiría en la inversión de presentación casi a nivel continental.
Caso judicializado
El proceso de venta de BPA a través de la migración de los activos sanos (el 97%) a Vall Banc no ha congregado el número de ofertas que esperaba el Ejecutivo del Principado ni el perfil de compradores deseado. Fuentes del sector indican que la judicialización que existen sobre la toma de control pública del banco, tanto en Andorra como en Estados Unidos, ha disipado el interés de las grandes entidades y ha desterrado la operación al nivel de los fondos buitre.
Si se ejecuta la venta, como parece que el Ejecutivo de Antoni Martí quiere hacer antes de que termine abril, el caso BPA será aún más complejo. Se podría llegar al extremo de que un juez corrigiera la forma de tomar el control de una entidad que estuviera en manos de un tercero, lo que abre la puerta al pago de indemnizaciones.