Banco Sabadell ha solicitado una "nota aclaratoria" a la juez de la Audiencia Nacional (AN) Carmen Lamela para que delimite la responsabilidad subsidiaria de la entidad catalana respecto a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que se circunscribe a una pieza separada sobre la comercialización de cuotas participativas de la CAM.
El banco presidido por Josep Oliu, que se adjudicó la entidad alicantina por un euro después de que fuese intervenida en 2011, ve confuso el escrito de apertura de juicio oral contra ocho exdirectivos de la CAM por irregularidades en la gestión de la caja que condujeron a su quiebra, a quienes reclama, además, el pago de una fianza de 1.592 millones de euros.
Redacción que induce a error
Banco Sabadell considera que la redacción induce a error cuando hace referencia a la responsabilidad subsidiaria de Banco Sabadell --actual propietario de la caja-- y la Fundación de la Comunidad Valenciana Obra Social CAM, así como a la declaración de la aseguradora Caser como responsable civil directo.
Ha concretado que estas responsabilidades no son generales, sino que corresponden a una pieza separada del caso, que solicitó Fiscalía, sobre la comercialización de cuotas participativas de la CAM entre clientes que no recibieron una información adecuada del producto.
Pérdidas de 1.136 millones afloradas en 2011
Se trata de unos 11 millones de cuotas participativas valoradas en unos 60 millones de euros, que fueron vendidas a clientes desde que se publicaron las cuentas de 2010 en marzo de 2011, hasta que la entidad fue intervenida en julio y se reformularon sus cuentas, que pasaron de beneficios a pérdidas.
De estos 60 millones, 40 quedan cubiertos por una póliza que tenía contratada la CAM con la aseguradora Caser, y los otros 20 son de los que deben responder como responsables subsidiarios Banco Sabadell y la Fundación de la Comunidad Valenciana Obra Social CAM.
La CAM fue intervenida por el Banco de España el 23 de julio de 2011 y sustituyó a sus administradores; en marzo de 2011, los gestores de la caja de ahorros comunicaron a las autoridades financieras unos beneficios de 38,9 millones, mientras que tres meses después las cuentas arrojaban unas pérdidas de 1.136 millones.