La automoción en España tiene motivos para el optimismo con el número de matriculaciones con las que ha cerrado el primer trimestre. En un arranque del año en el que el calendario juagaba a la contra, las vacaciones de Semana Santa han tenido lugar en marzo, el sector ha cerrado con 285.295 matriculaciones (6,9% más) y se considera factible alcanzar los 1,1 coches vendidos al final del ejercicio.
Seat, la única marca que diseña y fabrica en el país y genera aproximadamente el 1% del PIB nacional, no puede sacar todo el partida de los buenos datos de comercialización por un problema que arrastra desde julio del año pasado, cuándo se dejó de vender el Altea, y que espera solucionar el próximo verano.
Cuarta marca del país
La firma vendió 19.916 coches en los tres primeros meses del año y se consolida en la cuarta plaza del ranking de turismos. Le pasan por delante Opel (25.007), Volkswagen (22.504), Peugeot (21.399) y Renault se queda a tan sólo 2.330 unidades de alcanzarla. Se ha recuperado del batacazo del inicio del ejercicio, cuándo bajó de forma inaudita a la séptima posición del top 10 y se encendieron las alarmas en la sede, situada en Martorell (Barcelona), pero sin pasar página definitiva a su principal problema. De hecho, la compañía asume que no recuperará el número uno en lo que queda de año y que su lucha se concentrará en subir al top 3.
El León es el segundo turismo más vendido en España, con 9.748 unidades en el primer trimestre. Le sigue el Ibiza (8.120), un modelo cuyo interior se renovó en 2015 pero que el exterior ha quedado desfasado si se comparan con las propuestas similares de la competencia.
Catálogo de productos limitado
Y aquí aparece el gran hándicap de Seat: el catálogo de producto casi se da por terminado. El resto de vehículos de la compañía presentan buenas cifras de venta en sus respectivos segmentos de mercado, pero representan cuotas muy pequeñas en el sector. Como el Alhambra, que lidera el mercado de los monovolúmenes a pesar de que este tipo de vehículos sólo representan el 9,4% del total --y eso si se suman los pequeños y los grandes--.
Seat lanzó el año pasado la mayor ofensiva de producto de la compañía para superar el obstáculo. Ha empezado por el perfil de coches con mayor demanda actual, los todocaminos urbanos (denominados SUV), con el Ateca. Todas las esperanzas están puestas en este modelo que se empezará a vender en verano y en su hermano pequeño, cuyas características --y nombre-- se mantienen en secreto y no se empezará a vender hasta 2017.
Principal valor: el precio
¿En qué se diferencia el modelo de la firma española con el resto de SUV del mercado? De nuevo, en el precio. Las características técnicas son avanzadas, las líneas actuales y se venderá a partir de unos 20.000 euros, una cifra muy competitiva que se espera que vaya a más con el segundo SUV de la compañía. Se prevé convencer al mercado por el bolsillo.
El objetivo de ventas que el presidente de la firma, Luca de Meo, marcó en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra no es precisamente bajo. El reto es alcanzar las 75.000 unidades en toda Europa, un cálculo en el que España tiene un peso importante.
Quedan otros dos modelos para completar la ofensiva de producto que se presentarán entre finales del año en curso y 2017. Seat superó las pérdidas operativas en 2015. Los nuevos modelos serán básicos para consolidar y expandir el beneficio en los próximos ejercicios.