Airbnb ha culminado su encaje legal en París (Francia). La tecnológica ha cerrado un acuerdo con el ayuntamiento de la capital gala que estipula que informará a los anfitriones de la normativa vigente para compartir casa en la ciudad. El pacto llega seis meses después de que la puntocom empezara a recolectar la tasa turística en la capital francesa, y culmina la integración de la firma en la oferta alojativa en el destino.
Según ha informado la compañía en un comunicado, la nueva alianza entre Airbnb y el consistorio tendrá dos líneas de actuación. Por un lado, la empresa enviará notificaciones a los huéspedes que compartan su vivienda durante más de cuatro meses al año o ofrezcan un apartamento que no es el suyo.
Por el buen uso
La acción busca poner en cintura a los usuarios que hacen un mal uso del homesharing, ya que en la capital francesa el ayuntamiento permite compartir vivienda hasta un máximo de cuatro meses al año.
Para ello, Airbnb también explicitará en su página web la legislación vigente de vivienda en la mayor ciudad gala.
Las dos estrategias de trabajo arrancarán la próxima semana y se evaluarán tras cuatro meses. Si es necesario, Airbnb se ofrece a implementar medidas adicionales.