UGT de Cataluña presentó este jueves las líneas maestras del congreso que tendrá lugar la próxima semana en Terrassa (Barcelona) y que supondrá el punto y final de los 26 años de liderazgo de Josep Maria (Pepe) Álvarez. Oficialmente, sólo se presentará una candidatura que planteará de forma inédita una organización bicéfala con Matías Carnero como presidente y Camil Ros de secretario general, tal y cómo avanzó Crónica Global.
De cara a la galería no hay problemas, aunque Carnero lanzó un aviso para navegantes en la presentación: “Yo vengo a hacer cosas y a tomar decisiones. Para hacer de florero, no vengo”.
Ejecutiva ágil y despolitzada
Las palabras del líder sindical en Seat son un dardo a los dirigentes del aparato tradicional de la organización tras las injerencias de las últimas semanas sobre la próxima definición de UGT en Cataluña. De entrada, Carnero es defensor y trabaja para dar forma a una ejecutiva ágil por debajo de los 14 representantes. También quiere dar más poder a las bases y a las sectoriales, que ocupan poder en detrimento de los territorios.
Asimismo, dejó claro que no piensa tolerar que el sindicato tome ninguna decisión de corte político como ocurrió en tiempos pasados en los que incluso ha abrazado el independentismo. “Los carnets políticos o las ideologías se dejan en la puerta del sindicato”, manifestó tras reconocer sin tapujos que él es “felipista” en lo personal aunque se trata de una cuestión “irrelevante, si tengo que machacar al PSC, lo machacaré”.
Pactos de continuidad
El problema para la UGT es que ahora intenta dar carpetazo de forma tranquila a 26 años de un liderazgo muy personalista de Álvarez. Para ello se alcanzaron pactos de continuidad de cargos directivos, no siempre suscritos por Carnero y Ros. Las diferentes sensibilidades que existen en el seno de la organización mueven sus fichas para asegurarse la continuidad en los órganos directivos.
La futura cúpula no tragará con todos. Tampoco dará un golpe sobre la mesa, ya que la transición tranquila es su máxima y, tal y como indicó Ros ante los medios, “somos hijos de Pepe Álvarez sindicalmente hablando, pero también corresponsables de las decisiones que se han tomado los últimos años”.
Reorganización interna
Principalmente, serán los ejecutores de las que se tomen a partir del 9 de abril, como eliminar la mitad de la estructura con la fusión de federaciones para pasar de las seis actuales a tan sólo tres. La reorganización en Cataluña tendrá lugar después de la estatal y supondrá la salida de buena parte de los cargos intermedios con los que cuenta la organización.
Según el futuro secretario general, “no sobrará nadie” ya que tan sólo habrá redistribuciones. Pero ya han empezado los movimientos para evitar la pérdida de responsabilidades.
Luchas entre bambalinas
Som drets. Som lluita, es el lema del congreso que empezará oficialmente el 6 de abril y contará con 405 delegados para representar a 150.000 afiliados a UGT.
Sólo se podrá ratificar una candidatura. Los movimientos, tendrá lugar entre bambalinas.