La movilidad laboral en España sigue una senda ascendiente tras dejar atrás los peores años de crisis económica. En 2014, según los últimos datos de la Agencia Tributaria, la movilidad volvió a repuntar con un 5% más de trabajadores dispuestos a aceptar una oferta de trabajo fuera de su comunidad. Sin embargo, el país sigue estando muy lejos respecto a sus vecinos europeos y se observan diferencias importantes según el estatus del trabajador.
Un informe publicado recientemente por Spring Profesional muestra que la movilidad laboral se produce principalmente entre ingenieros, comerciales o Finance Manager. "Algunas de las posiciones más demandadas han sido para puestos que implican movilidad laboral, como es el caso de los ingenieros de proyectos con alemán e inglés para trabajar en Alemania, a los que se exigen conocimientos y experiencia en el sector de la automoción; los comerciales para el sector del transporte marítimo en países como Guinea Ecuatorial, los Finance Manager, que son muy demandados en Suiza, o los Talent Sales o comerciales, que son requeridos en Alemania", explican desde la compañía.
A nivel nacional, los perfiles más representativos han sido el de Front Line Manager, para el que se exige al menos cinco años de experiencia como jefe de turno, experiencia en Lean Manufacturing y dominio de inglés; el de International HR Manager; el de ingeniero aeronáutico; el de Growth Hacker, que también será uno de los perfiles más demandados por las empresas en 2016; o el de actuario, para la evaluación y gestión de riesgos.
La precariedad laboral, freno para hacer las maletas
La profesora de Derecho Laboral de la Universidad Pompeu Fabra Chelo Chacartegui atribuye la poca movilidad laboral a la precariedad y temporalidad de los contratos: "Se debe a la precariedad que están sufriendo las personas trabajadores en cargos de responsabilidad más bajos, con trabajos de solo un mes ó 15 días, eso hace que la gente no puede hacer proyectos de vida. En cambio, si eres un alto cargo y tienes mayor responsabilidad, es lógico que se acepte la movilidad".
Los índices de temporalidad contractual son muy elevados en España, con casi el 75% de los nuevos contratos. Los últimos datos publicados este marzo por el Ministerio de Empleo muestran que, en enero y febrero, se produjeron un total de 2.774.409 contratos. De los cuales, más de 2.500.000 eran temporales --solo 265.000 eran indefinidos--. "La tasa de temporalidad siempre ha diso una rémora muy importante en este país", sostiene Chacartegui a este respecto.
Chacartegui rechaza que las causas sean por la actitud del trabajador, sino que sitúa la causa en un problema estructural del mercado laboral español: "No es un tema de pereza de los empleados ni nada por el estilo, porque cuando en otras épocas los trabajadores han tenido que irse, lo han hecho. Han demostrado que son capaces y que están predispuestos".
Los jóvenes apuestan por la movilidad internacional
Según la experta, la movilidad internacional la contemplan más los jóvenes, ya que cuando deciden ir a buscar trabajo "no tienen lazos familiares ni hijos a quien cuidar", que supondría un impedimento mayor. "Puestos a tener que irse a otro sitio, prefieren perfeccionar los idiomas en el extranjero y una mayor especialización en el currículum académico", prosigue.
"Se produce un brain drain, una movilidad internacional de personas que han sido formadas y que han utilizado los recursos económicos puestos a disposición por parte del Estado pero que, luego, al no encontrar oportunidades en su país se ven obligados a moverse". En este caso, los beneficios son "salariales y formativos", concluye.
Su tesis coincide con los diversos estudios de movilidad laboral. Los españoles solo están dispuestos a hacer las maletas si compensa profesional y cualitativamente.