Varias comunidades autónomas han incluido en los presupuestos para este año la puesta en marcha de planes específicos que persiguen la reducción de las listas de espera. Aragón, por ejemplo, destinará cinco millones a convenios sanitarios, un 48% más que el año pasado. Baleares ha previsto para este fin 14 millones de euros, Madrid 46,5 millones.

Los fondos van destinados al pago de las famosas “peonadas” de médicos y sanitarios con la apertura de quirófanos por las tardes y convenios sanitarios con la sanidad privada.

Hacia la privada

En Madrid, numerosos pacientes declinan ser derivados porque consideran que la sanidad pública ofrece más calidad. No obstante, se constata un crecimiento imparable de los pacientes de la privada.

Principal razón: esperan menos de la mitad. A esta conclusión llega el estudio Resa, que elabora el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDS), tras analizar distintos indicadores de 195 hospitales, clínicas y centros ambulatorios privados,

Dos velocidades

Los autores destacan que la sanidad española ofrece dos velocidades. En las urgencias de un hospital público se ha de esperar para ser atendido una medida de 1 a 2 horas, mientras solo se necesitan 23 minutos para someterse al triaje y a la primera asistencia en un centro privado. La espera media quirúrgica en los hospitales privados de España casi depende del propio paciente y está fijada en 43, 5 días, justo la mitad que la demora media en 14 especialidades médicas que existía en los centros públicos en diciembre de 2014, último dato disponible del Sistema Nacional de Salud.

Las asociaciones de consumidores y pacientes siempre piden a los ciudadanos que reclamen cuando la espera se hace imposible hasta el punto de poner en riesgo su salud e incluso su vida. Y lo aconsejan, a pesar la difícil y desigual pelea con la Administración, que siempre puede recurrir a otras instancias y tirando con pólvora del Rey, es decir, gratis.

Indemnizaciones

Aunque son escasas, ha habido sentencias reconociendo el fallo administrativo e indemnizando a las víctimas. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia condenó en diciembre al Sergas (servicio gallego de salud) a pagar una indemnización de 165.000 euros a la viuda de un paciente que falleció sin ser incluido en la lista de espera porque "nadie se preocupó" de apuntarlo para ser intervenido cuanto antes, ya que padecía una patología cardiovascular grave.

Otra sentencia del mismo tribunal ha fijado este mes una indemnización de 26.000 euros a un paciente al que tardaron 519 días en cambiarle una prótesis de cadera. La necesidad de la sustitución de la prótesis se conoció al poco de colocársela, según el fallo. El magistrado concede 50 euros por cada uno de los 519 días que pasaron entre una intervención y otra. Lo considera un retraso “por encima de lo razonable”. Algo es algo, aparte del recurso al pataleo.