La compra de la división energética de Alstom por parte de General Electric impactará en Cataluña con la pérdida de la sede de un gigante eólico mundial. Los trabajadores del headquarter de la división de Wind, situada en el barrio de la innovación de Barcelona, el 22@ se han movido en las últimas semanas a nivel institucional para intentar recabar el máximo de apoyos posibles entre la clase política.
Su objetivo es que mediante la presión de las administraciones el gigante estadounidense cambie su parecer y se replantee el recorte previsto en el centro técnico catalán. El comité de empresa catalán se ha reunido con el consejero de Empresa, Jordi Baiget, los partidos de la oposición, los gobiernos locales de Barcelona y Cornellà del Llobregat --la factoría que produce turbinas de ese municipio se cerrará y 68 personas irán a la calle-- e incluso con el Gobierno del Estado.
Aprobación de ERE
“Hay buenas intenciones, pero ya veremos si se materializan”, indican fuentes de CCOO. Los sindicalistas reprochan al gobierno catalán el carácter tibio que ha mantenido hasta la fecha a la hora de autorizar expedientes de regulación de empleo (ERE) en la antigua Alstom. Esperan que la situación no se repita y que el Ejecutivo de Carles Puigdemont al menos intente mover ficha para mantener con vida uno de los centros de trabajo más punteros en I D.
Alstom situó su negocio eólico mundial en Barcelona en 2007 tras adquirir la cooperativa Ecotècnia, pionera en España en el sector --instaló el primer aerogenerador conectado a la red en 1984-- y con una de las tecnologías más avanzadas.
General Electric culmina la deslocalización
Los ingenieros de la casa, desde profesionales del sector eléctrico a meteorólogos, trabajaron en los últimos años para modernizar los sistemas e incluso desarrollaron máquinas para captar energía eólica en el mar, el denominado negocio offshore. Era tan puntera que Alstom decidió llevárselo a Nantes (Francia) hace cuatro años y convertir el centro de trabajo galo en el centro mundial de la eólica marina.
General Electric culminará la deslocalización que no se atrevió Alstom, indican los sindicatos. Se llevan toda la tecnología eólica del centro del 22@ a su headquarter de Europa, situado en Alemania, y la plantilla que quede en Barcelona se centrará en el diseño de nuevas maquinas offshore.
Duras críticas al Gobierno central
Los representantes de los trabajadores se muestran especialmente duros con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, a quien culpabilizan directamente de que General Electric plantee despedir a 230 trabajadores (la mitad de la plantilla) de la sede central de Wind por la reforma eléctrica que supuso el fin de las subvenciones en energía renovable.
Los trabajadores de Alstom de Europa que pasarán a General Electric, más de 60.000 personas, se han agrupado en un comité de empresa global de carácter consultivo que estudia la reestructuración planteada por el gigante estadounidense. Las conclusiones del informe se presentarán el 26 de abril, aunque la lentitud en entregar documentación por parte de la multinacional posiblemente dilate el análisis de los informes.
No hay fecha, por el momento, de la presentación del ERE que afectará los centros de trabajo catalanes.