La suspensión de licencias en Barcelona ha pulverizado 260 millones de inversión hotelera en ocho meses. La congelación de nuevos permisos, que el gobierno local de Ada Colau implantó el 1 de julio de 2015, ha borrado el 17% de la inversión, según datos de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).
Los datos los ha revelado este martes el presidente de la patronal, Juan Molas, que ha añadido que el cerrojazo ha costado a la capital catalana unos 78 empleos por cada hotel no autorizado.
Pese a la huella de la moratoria, Molas ha emplazado a las administraciones a "contribuir a girar el debate turístico para darle un sentido positivo".
Acabar con el monocultivo
En el marco de un debate sobre las consecuencias económicas del cierre del grifo de nuevos permisos para alojamientos en el Colegio de Economistas de Cataluña, el concejal de Turismo, Agustí Colom, ha defendido la medida. "En aquellos barrios en los que se crea un monocultivo económico se crea una burbuja", ha argumentado.
El edil ha sostenido que la moratoria cortó un crecimiento exponencial de los hoteles en Barcelona, ya que la previsión de crecimiento de plazas de 2015 a 2016 era del 21%, lo que indica, según él, un mercado sobrecalentado.