La revolución de los millennials,es decir el cambio generacional empujado por los menores de 35 años, atañe a todo tipo de negocios. Desde la compraventa de productos usados, hasta la economía colaborativa, los operadores turísticos buscan tendencias de futuro, que en el caso de este sector se traduce en propuestas temáticas, mayor sociabilización, vivir experiencias nuevas y hasta camas en forma de tubo.
El concepto de hotel convencional ya ha muerto. Así lo cree Roberto Torregrossa, presidente de la Asociación Catalana de Profesionales Expertos en Turismo y directivo de Husa, quien ha afirmado en Hosteltur que “compartir y experimentar serán valores añadidos” de los hoteles del futuro.
Albergues "para pijos"
Dentro de este segmento están los "poshotels", con lo que se identifican hostales de gama alta “para pijos”. Empezando por el diseño, más refinado, y por las boutiques en su interior, que debe sumergir al cliente en la cultura del lugar, y alejarle de la idea de un producto de masa. El objetivo es crear hoteles que sean aspiracionales y elegantes, pero sin encarecer el producto.
Otro aspecto relevante es la localización urbana. Sus instalaciones también reflejan el ambiente y la cultura del vecindario, en las que además se presta especial atención a los espacios donde los clientes pueden socializar. Precisamente los hostels suelen ubicarse en comunidades creativas con fáciles accesos en transporte público, dentro de ciudades que atraen a un viajero joven por sus tendencias artísticas y culturales.
La cama-cápsula japonesa
El ejemplo de Generator, la cadena de hostales, puede incluirse dentro de esta nueva categoría de hostales para viajeros jóvenes y refinados. Sus hostales se definen “moderno, por encima del promedio del hostel europeo para los que quieren alucinar por la ciudad pero que no les afecte a su bolsillo”. Sus precios son los de un hostal normal, poco más de diez euros, pero entre sus valores añadidos está “pasar un buen rato”.
La socialización, favorecida por espacios comunes y a menudo muy tecnológicos, es ya condición sine qua non del hostal del futuro. Otra cosa es el llamado alojamiento "experiencial", como lo que ofrecen The Hostel Box y Dream Cube Hostel en Barcelona, así como Tarifa Sulok en Cádiz con sus camas incapsuladas, ideales para mantener la intimidad de sus clientes, adaptando el concepto japonés a los estándares europeos.