El empresario Juan López-Belmonte es el presidente en funciones de la Cámara de Comercio de Madrid desde que hace unas semanas dimitiera del cargo Arturo Fernández, imputado por el caso de la tarjetas black de Bankia. El nuevo responsable de la entidad cameral, sin embargo, actúa como una “marioneta en manos del director general” a decir de varios empresarios miembros del pleno de la institución y quejosos del rumbo, o de la ausencia del mismo, que toma la institución.
El descontento de los empresarios que forman parte de los órganos de gobierno no es ajeno al escándalo desvelado en los últimos días con respecto a los salarios de los altos directivos de la Cámara. Así, el director gerente, Carlos Prieto, ha decidido subirse el sueldo desde los 150.000 a los 183.000 euros anuales.
Unos despidos que enfadan a la plantilla
Prieto no ha sido el único beneficiario de las importantes subidas salariales aprobadas apenas 20 días después de llevar a cabo el despido de 20 trabajadores de la casa, lo que ha elevado el malestar entre la plantilla. El secretario general, una controller, la responsable de comercio exterior y la de asuntos financieros también han visto mejorada de manera sustancial su retribución.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid aseguró desconocer los extremos de este escándalo, aunque es la autoridad regulatoria en materia cameral dentro de la autonomía. Se da la circunstancia de que la Cámara de Comercio de Madrid es una de las grandes de España, pero que ha dejado de tener resultados positivos y vive, en buena medida, de su amplio patrimonio acumulado durante años.
Dos presidentes discutidos: el antiguo y el nuevo
La presidencia de Arturo Fernández ha sido siempre discutida internamente, pero su fuerte presencia en otras asociaciones patronales impidieron que ningún candidato crítico fuera capaz de organizar un movimiento de respuesta al empresario hostelero.
Ahora, López-Belmonte ha recibido el encargo circunstancial de ejercer la presidencia hasta que haya una nueva renovación electoral. El nuevo presidente es el propietario de Laboratorios Rovi, aunque ha cedido una parte de la gestión directa para dedicarse a la Cámara. “Lo que está pasando de verdad es que el director gerente es quien manda realmente y eso es una auténtica locura, pues ni ha sido elegido en votación ni tiene las facultades para tomar según que decisiones. El presidente actual es flojo, pero debería ser lo suficientemente fuerte para resistir las presiones de los directivos”, asegura un empresario del pleno madrileño.