Yanis Varoufakis fue el ministro más carismático del Gabinete de Alexis Tsipras en Grecia. De hecho, su popularidad incluso superó a la del primer ministro heleno a pesar de que las urnas no le han sido favorables al separar su camino de Syriza.
Este sábado ha estado en España. Ha sido el ponente estrella de una conferencia contra la austeridad y en ella ha cargado contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y su responsable de Economía, Luis de Guindos.
El profesor y político griego ha dado las gracias a los españoles por no creerse las “mentiras” de ambos cuando mantuvieron que votar “al Syriza español” --Podemos-- significaba arrojar el país a una crisis como la que vive Grecia. También acusó de mentirosos a la troika y al Eurogrupo por recetar austeridad como única medida de sacar a flote los países que habían quebrado --o estaban al borde de ello, como España-- con la crisis mundial.
Recuperación económica, ahogada
Varoufakis ha acusado a los líderes de la Unión Europea de “no tener ni idea” de lo que ocurría en realidad en los 28 y aplicar una receta que ha ahogado la recuperación económica y condenado a la clase media, casi desaparecida en los países del arco sur. El ex responsable de Finanzas heleno acusó a los líderes que no fueron capaces de predecir el colapso económico de 2008 de descargar su “rabia” contra los países más débiles porque estaban “muertos de miedo”.
Ha acusado a Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, François Hollande y David Cameron, entre otros, de “incompetentes”.
La responsabilidad de la ciudadanía
Los gobiernos y ciudadanos de los países que más sufrieron las consecuencias de la crisis también son culpables, según los argumentos expuestos por Varoufakis en la conferencia, por darles demasiada “credibilidad” y aceptar la receta que se les había prescrito sin rechistar.
Resultado: “Europa se desintegra y se muere”, sentenció. Y salir del pozo en estos momentos es muy complicado, un reto que Varoufakis duda que los 28 sean capaces de superar.
Coincidencia con el FMI y la OCDE
El ex ministro de Finanzas coincidió en parte de su argumentario con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE, dos de sus enemigos. Las instituciones que marcan el sentido de las políticas económicas mundiales han reconocido recientemente que la austeridad que se defendió a capa y espada en Europa durante la crisis no ha tenido los efectos deseados. Incluso han pedido que no se planteen nuevas medidas en sentido contrario --inversión pública-- para no comprometer más el desarrollo y favorecer la recuperación de los países.
¿Eso implica cancelar todas las políticas aprobadas anteriormente? No. Tanto el FMI como la OCDE defienden las bondades, por ejemplo, de la reforma laboral en España. Lo que solicitan es que la etapa de austeridad llegue a su fin para apuntalar la expansión económica incipiente en Europa.