Los libros electrónicos han crecido a un ritmo rápido durante los últimos años, convirtiéndose en un producto de éxito con unas ventas muy elevadas. No obstante, a partir de 2014 la venta de este producto dejó de crecer y se inició una tendencia encaminada a volver al libro de papel tradicional.
Según informa el portal Epoch Times, el profesor de lingüística Naomi Baron encuestó a más de 420 estudiantes de los Estados Unidos, Alemania y Japón en 2010 y 2013 acerca de sus preferencias a la hora de leer sobre papel o pantalla. En 2010, el 92% de los estudiantes en los Estados Unidos, el 77% de los estudiantes en Japón, y el 95% de los estudiantes alemanes se decantaron por los libros analógicos.
Los libros electrónicos son más baratos
En retrospectiva, es evidente que el texto digital no puede sustituir por completo los libros de papel, por la sencilla razón de que mucho de los nuevos conocimientos solo aparecen en este formato.
Curiosamente, entre las razones a favor del libro electrónico no se encontraban las relativas a que era una lectura más fácil o más práctica para llevar a todas partes, sino en que eran mucho más baratos que los libros tradicionales.
Cuestión medioambiental
En la encuesta de 2013 los resultados fueron similares. Si el coste de los libros electrónicos y los libros de papel fueran los mismos, aproximadamente el 80% de los estudiantes de los tres países optarían por el papel.
Entre los que sí que preferían los libros electrónicos se encontraban aquellos estudiantes preocupados por la cuestión medioambiental y la tala de árboles con la que se obtiene la materia prima de los libros analógicos.