Tanto los sindicatos UGT y CCOO como el Ayuntamiento de Sant Cugat se han manifestado contra el cierre de la factoría Dephi, dedicada a la industria auxiliar del automóvil --fabrica bombas de inyección-- que emplea a unas 500 personas.
La dirección de la compañía ha anunciado su intención de suspender la actividad en la factoría a finales de año.
Condiciones económicas
La dirección de la multinacional norteamericana ha argumentado que los motivos que justifican esta decisión son el entorno económico y de negocio, que no permiten que la planta sea competitiva, los costes estructurales de la factoría, y la falta de suficiente carga de trabajo para mantener la actividad.
Los sindicatos consideran que se trata de un nuevo paso de la empresa para seguir trasladando producción a países con costes más bajos, fundamentalmente la mano de obra. Pese a constatar que es la deslocalización lo que mueve a la dirección, los representantes de los trabajadores se han ofrecido para abrir negociaciones.
El consistorio
Por su parte, la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, ha reclamado un proceso de reindustrialización para la planta, ubicada en la localidad. Conesa ha propuesto una reunión con la dirección y el comité de empresa para "negociar una posible continuidad de la fábrica".
Desde el consistorio se "intentará encontrar otra empresa que quiera hacerse cargo de la planta sancugatenca para darle continuidad" y ha reclamado a la Generalitat que se implique para que sea posible.
Conesa ha recordado que el pasado mes de mayo participó en un encuentro en París con la dirección mundial de la firma norteamericana y los trabajadores de la fábrica vallesana. Además, ha apuntado que una moción institucional aprobada en el pleno municipal de diciembre mostraba "la implicación activa" del ayuntamiento para mantener intacta la actividad de la compañía, así como asegurar los más de 500 puestos de trabajo.